El Gran Premio de Mónaco es uno de los más emblemáticos e históricos de la Fórmula 1, pero el aumento de tamaño de los monoplazas en la época contemporánea lo ha convertido en un circuito de difícil conducción, no solo en carrera, sino también en la clasificación, como se vio este año.
El trazado angosto en las calles de Monte Carlo provoca mucho tráfico durante la qualy, mientras que en la carrera es casi imposible rebasar y altas probabilidades de accidentes. Así ocurrió este domingo apenas en la salida, con los choques entre Sergio 'Checo' Pérez y los dos Haas, así como un toque entre Carlos Sainz y Óscar Piastri y la colisión entre los Alpine.
En este último caso, fue Esteban Ocon provocó el contacto con Pierre Gasly y su auto se elevó un poco por los aires, montándose incluso un poco sobre el de su compañero. El monoplaza número 31 fue retirado y su piloto penalizado por la acción.
Los comisarios decidieron imponer una sanción de cinco puestos en la parrilla para el piloto de 27 años, además de dos puntos en su Superlicencia. Como no continuó en la carrera, la penalización en pista tendrá que cumplirla en el próximo compromiso, que será el Gran Premio de Canadá el domingo 9 de junio.
"Fue un lanzamiento duro en el aire y un aterrizaje duro, pero he tenido días peores en ese lado de las cosas. Obviamente es un incidente desafortunado retirarse temprano en la carrera... uno difícil. Básicamente intentamos volver a poner el coche en el garaje, así que salimos del carril rápido para intentar reparar lo que pudimos repara", declaró Ocon, que fue el único piloto sancionado tras ese caótico arranque de carrera.