Haber visitado las pistas de la F1, así como Daytona, Sebring, Le Mans e Indianapolis, le permitió al arquitecto Manuel Medina rediseñar el Hermanos Rodríguez para la segunda etapa del Gran Premio de México, manteniendo su esencia.
“Tuve la oportunidad de hacerlo para cumplir con los estándares de los años 80, porque cuando se construyó el autódromo los coches no eran ni tan rápidos ni había tantas medidas de seguridad.
“Adecué el Hermanos Rodríguez tratando de conservar el trazado original; sin embargo, hay curvas que ya no se permiten: las de radio decreciente como la famosa espiral, muy difícil, pero precisamente por eso se prohibió”, recordó Chacho Medina en charla con RÉCORD.
El arquitecto, piloto y amante del automovilismo indicó que la pista original del circuito capitalino era más desafiante para los pilotos, algo que mantuvo.
“El primer diseño era un gran, gran diseño. Todo el trazo era un reto deportivo muy importante, con el tiempo ya no se cumplía con los estándares y hubo que modificar, pero tratando de dejar el reto y sí lo logré porque al final de la recta tenemos una frenada muy exigente que permite rebases”, explicó.