Este fin de semana, Conor McGregor informó que el coronavirus había tenido un efecto doloroso en él, ya que se había cobrado la vida de su tía Anne Moore, con quien hace un tiempo había compartido un viaje. Sin embargo, minutos después explicó que esa no había sido la causa de su deceso.
“Un día, orgulloso, traje a mi familia conmigo a un estudio. Sentado en la silla a punto de transmitir en vivo a todos los programas de entrevistas matutinos recibo una llamada telefónica que me dice que mi encantadora tía Anne había fallecido. No podía seguir viviendo más. Mi pobre y amigable tía amorosa. La hermana de mi madre. Este estúpido maldito virus. ¿Qué diablos está pasando?”, escribió en un principio.
Minutos más tarde, en otra publicación de Instagram aclaró que todo fue una confusión y su tía no fue víctima del COVID-19, sin embargo aprovechó la oportunidad para hacer una reflexión sobre el avance del virus en el mundo.
En Irlanda hay 129 infectados por coronavirus y en total han muerto tres personas. Esto ha derivado en la suspensión de actividades como el fútbol y eventos masivos deportivos y extradeportivos.
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