Si hay algo que define a Adriana Jiménez, máximo referente femenil mexicano de los clavados de altura, es su fortaleza, carácter y entrega.
El primer clavado de su vida lo ejecutó a los ocho años de edad, tras lanzarse, cayó con los pies en el agua y el impacto le ocasionó el llanto. Se repuso al susto y se convirtió en una de las grandes realidades de los saltos ornamentales de nuestro país.
Durante el entrenamiento previo a la Final del Campeonato Mundial de Natación FINA de Budapest, realizó tres vueltas hacia atrás (206B), clavado de 4.0 grado de dificultad; cayó casi sentada y pese al dolor se presentó aguerrida a la competencia.
Y fue con ese salto que conquistó la plata tras recibir puntuaciones de 9 y 9.5 convirtiéndose en la primera mexicana en subir al podio mundial en plataforma de 20 metros.
“Mi sueño se hizo realidad, este logro representa la gloria. Tuve que poner a prueba mi fortaleza física y mental para obtener esta medalla que ha sido lo máximo que he logrado en mi carrera.
“Mi trayectoria ha ido escalando de menos a más. He aprovechado las oportunidades, quiero seguir mejorando y me encantaría poder quedar en la historia del deporte no sólo en México sino en el mundo”, aseguró ‘Ady’ a RÉCORD.
Después de quedar relegada de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, tras haber conseguido la plaza para el país, Jiménez puso fin a su carrera como clavadista. Sin embargo, el destino le tenía preparado un camino lleno de éxito en la plataforma de 20 metros, disciplina donde es profesional desde 2013.
“Dentro de los clavados de altura pude encontrar al amor de mi vida, que es mi prometido, mi familia está muy feliz, tengo excelentes amistades.
“Todo ha fluido muy bien, los clavados de altura se han convertido en la mejor historia que he podido tener”, aseguró la clavadista de 32 años de edad, quien puso a México en lo alto
