Hace algunos años, la industria de los videojuegos vio crecer un género que transportaba a las personas a distintos mundos de forma magnífica. Gracias a sus historias inmersivas, personajes memorables y mecánicas intuitivas, los JRPG vivieron una época dorada que, con el paso del tiempo, se fue perdiendo poco a poco. Y aunque ha habido grandes exponentes recientemente, lo cierto es que este género vive más por sus glorias pasadas.
Es por ello que el estudio independiente noruego, Snowcastle Games, quiso evocar a los títulos de los 90s con un juego que incluyera todos estos elementos: Earthlock, lanzado originalmente en 2016 y mejorado en este año para el Nintendo Switch.
Anteriormente conocido con el subtítulo 'Festival of Magic', la versión de Earthlock para la consola híbrida de la Gran N incluye muchas mejoras que abundan en su narrativa y buscan mantener cautivado al jugador, con más misiones secundarias, nuevas habilidades en el mundo abierto, mayor número de enemigos y tesoros por descubrir.
Sin embargo, por más loable que sea el intento de su creador, la historia —punto central en los juegos de rol— no logra afianzarse con algo innovador y al final presenta muchos de los clichés del género, al igual que sus personajes, quienes no terminan por ser memorables y sus objetivos personales pueden resultar banales para algunos. Lo mismo ocurre con la banda sonora, que por momentos pasa desapercibida y, en los peores, llega a ser somnífera.
Son las mecánicas de combate y de progresión en las habilidades de los personajes lo que hacen de Earthlock un título entretenido. Con el clásico sistema de peleas por turnos, el jugador puede planear su estrategia y estar atento a cuál es la mejor técnica para vencer al enemigo; las victorias en las batallas y cumplir con las peticiones de algunos personajes secundarios, suben la experiencia de tu party, por lo que el 'macheteo' no se vuelve tan cansado.
Por otra parte, todos los escenarios y diseños tanto de enemigos como de aliados son muy coloridos y atractivos. A pesar de que podrían parecer muy 'occidentales' e infantiles (contrario a lo que se ve en los JRPG de cepa), quedan muy bien con la temática del juego y los mapas están muy bien ambientados, desde el mapa del mundo abierto donde se puede recorrer de ciudad a ciudad, hasta los calabozos y pueblos en 3D en los que se va desarrollando la trama.
Si bien Earthlock se queda un tanto corto al intentar homenajear a los clásicos JRPG, la versión de Nintendo Switch es perfecta para todos los amantes de este género, pues te transporta a un mundo mágico que vale la pena conocer y salvar en esos momentos de ocio en los que vas viajando o estás esperando a que tu chica salga de la estética.