El técnico del Leicester, Claudio Ranieri, aprovechó la boda de sus vecinos para pasar por su casa y congratularlos en este dichoso momento.
La presencia del timonel de los Foxes causó revuelo, pues la gente se acercó para saludarlo y tener la oporutnidad de tomarse una fotografía con él.
Después de felicitar a la feliz pareja, Ranieri sólo se pasea el jardín de sus vecinos diciendo adiós, retirándose de la fiesta, que estaba por continuar.