El tenista español, Rafael Nadal, dejó a un lado la raqueta y las canchas para participar en las tareas de rescate y limpieza tras las inundaciones en su natal Manacor, en el pequeño municipio de Sant Llorenç, en la isla ibérica de Mallorca.
El también número uno del mundo del ranking de la ATP, se sumó a los voluntarios que están ayudando a retirar el barro y los escombros de varias casas dañadas que han dejado, por el momento, diez muertos y un desaparecido.
A su vez, el tenista ofreció las instalaciones de su centro deportivo en Manacor para resguardar a las familias damnificadas.
"Día triste en Mallorca. Mi más sincera condolencia a los familiares de los fallecidos y heridos por las graves inundaciones en San Llorenç. Tal y como hicimos ayer volvemos a ofrecer hoy las instalaciones de la academia para todos los afectados que necesiten alojamiento", escribió el deportista a través de sus redes sociales.