El presidente Joe Biden elogió la capacidad del deporte para curar las heridas y unir a un país en un momento de crisis, al recibir el viernes en la Casa Blanca a los Dodgers de Los Ángeles, campeones de la Serie Mundial.
Los Dodgers, que conquistaron el cetro en octubre al imponerse sobre los Rays de Tampa Bay, son el primer equipo que acude a la Casa Blanca desde que sobrevino la pandemia y el primero desde que Biden asumió el cargo.
“Pienso que lo que descubrimos es que necesitamos el deporte más de lo que nos habíamos dado cuenta”, dijo Biden, quien elogió el béisbol como un símbolo de la normalidad “durante uno de los años más desafiantes” en la historia de la nación.
El relevista Joe Kelly asistió al encuentro enfundado en una chaqueta de mariachi. El domingo, mientras los Dodgers realizaban el calentamiento para el juego, un grupo de música tradicional mexicana acudió al parque para amenizar la sesión.
Kelly pidió a uno de los músicos intercambiar la chaqueta por su jersey. Aunque el trompetista se negó inicialmente, acudió al día siguiente para hacer el trueque.
La alegre ceremonia del viernes se asemejó en muy poco a los encuentros planteados o realizados durante la administración de Donald Trump. Algunos campeones, como los Warriors de Golden State o los Eagles de Filadelfia, prefirieron no acudir. Otros, como los Patriots de Nueva Inglaterra y los Medias Rojas de Boston, enviaron delegaciones limitadas.