Los Juegos de Barcelona 1992 cambiaron la vida a la judoca Miriam Blasco no sólo porque se convirtió en la flamante campeona de la justa veraniega, sino porque encontró al amor de su vida.
Blasco se convirtió en la primera mujer española en subir a lo más alto del podio en una cita olímpica al consagrarse en la categoría de 56 kilos.
Su rival en el tatami del Estadio Palau Blaugrana fue la británica Nicola Fairbrother, quien se tuvo que conformar con la medalla de plata, pero que se convirtió en su compañera de toda vida.
Las exjudocas, quienes tienen cerca de dos años de casadas, ahora viven una historia de amor de 22 años.
“Nicola me ha perdonado”, mencionó Blasco en una entrevista con la cadena pública española TVE con motivo del 25 aniversario de la inauguración de los Juegos de Barcelona.
“A veces le decía en plan de broma: ‘No sé si hubiera sido esta relación igual si yo hubiera perdido’”, dijo entre risas.
Además, como símbolo de su amor, la pareja intercambió sus metales olímpicos.
“Yo la tengo de plata y ella de oro”, explicó la española de 53 años. “Es la persona más importante. Estamos juntas desde hace 22 años y llevamos casadas un año y pico”, agregó.
Blasco fue diputada electa y senadora por Alicante por el conservador Partido Popular, y durante su gestión, paradójicamente, votó contra el matriminio igualitario en España.
En el ámbito deportivo, la exjudoca presume en su palmarés el título mundial de Barcelona 91’ y el bronce en Belgrado 1989; así como cinco preseas en el Campeonato Europeo: un oro, una plata y tres bronces, sumado al ya mencionado oro de JO.