Una lujosa casa, propiedad Frank Lampard, que tendría que ser acogedora para sus inquilinos resultó ser el escenario perfecto para grabar películas porno y un centro de venta de drogas.
Todo comenzó cuando el exfutbolsita alquiló su casa a Davina Ward, quien aseguró ser una entrenadora de fitness; sin embargo, ésta resultó dedicarse a cosas muy diferentes.
La fémina, que se autodenomina en internet como la “mujer más caliente, sucia y malditamente salvaje de Londres”, ofrecía diferentes servicios en su casa por 400 libras por hora (casi 10 mil pesos).
Según reveló 'The Sun', en los cuartos de la mansión había un columpio sexual, látigos, trajes de cuero, entre otras cosas.
Tras destaparse el escándalo, un amigo de Lampard aseguró que éste no sabia nada de lo que ocurría en su propiedad, la cual está ubicada a unos tres kilómetros del lugar en el que vive junto a su familia.