Era la fiesta de graduación de La Rojita, apareció Alemania, que no estaba invitada, para echarla a perder. Al Bayt fue escenario ideal para que La Baby España de Luis Enrique deslumbrara en la pista de baile internacional, y puso el ritmo, pero La Mannschaft le arrebató la gloria al empatar sobre el final a uno.
Entradón en la carpa beduina para un duelo que convocó a más de 700 periodistas de todo el mundo, enfrentamiento marcado con estrella tras el sorteo de Qatar 2022. Y tardó, pero respondió a la expectativa. Se jugó a ritmo español.
Esta España movía a placer, Gavi ponía los pasos y un Jordi Alba rejuvenecido secundó. Sin embargo, Alemania encontró primero gol al estilo germano, cabezazo de Rudiger con festejo incluido, que el VAR se aplicó para anular.
Después, Unai y la defensa intentaron salir jugando desde propia área, pero perdieron el balón y Simón acabó salvando un tiro de Kimich.
Se repartió más el control en la segunda mitad. En un equipo juvenil, esta vez fue la experiencia la que respondió a España: Alba se internó por izquierda y a centro a primer poste, Morata metió pierna para batir a Neuer. La Rojita tiene ayuda de los grandes. En la grada, como jueces de la graduación de los chavos, Puyol, David Villa e Iniesta, nada más. Se volcó La Furia sobre la cabaña alemana. Asensio era punzante.
La Mannschaft fue tímida, pero obligada: Sané encontró a Musiala por derecha para ingresar al área y fusiló a Unai, que logró despejar. Comenzó el baile alemán. Se dejaron ir.
Fullkrug atrajo el reflector: a quemarropa, tras un rebote que Sané se llenó de esférico para igualar con justicia. Y faltó. España intentó y Alemania respondió. Merecía durar más la fiesta.