La fiesta se decantó para Colombia; el sabor latinoamericano se impuso a la férrea disciplina estadounidense y un par de reveses bastaron para fraguar la primera victoria de la Copa América Centenario.
Cristian Zapata se encargó de abrir el marcador desde muy temprano en el encuentro. Fue al 7' cuando el central cafetalero apareció para decantar la balanza en pro de los suyos; un sólido remate al interior del área bastó para el 1-0.
La ventaja por la mínima no era suficiente, y Colombia presionó sin ofrecer tregua a los de Jurgen Klinsmann, que apenas se sacudían el agobio rival y volvían a ser acosados por el ahínco sudamericano.
Al 40' se abrió la puerta para la segunda anotación y la clave fue una mano al interior del área; Roberto García Orozco señaló la pena máxima, y vendría el capitán del equipo el encargado de hacer válido el canje.
James Rodríguez engañó a Brad Guzán con un remate cruzado; el balón ingresó a las redes y se definió el 2-0 que bastaría para definir los primeros tres puntos en disputa, hoy pertenecientes a una Colombia que ya desdobla un futbol espectacular.