El 14 de noviembre de 2023, el Parque Nacional de Yellowstone en los Estados Unidos reportó el primer caso del "virus del ciervo zombi", enfermedad que afecta al sistema nervioso de ciervos, alces y alces, generando un deterioro progresivo.
La comunidad científica expresó su alarma tras la notificación del primer caso de caquexia crónica, característica de esta enfermedad mortal. Este mal, causado por una proteína malformada, se propaga por contacto directo entre animales o indirectamente a través de partículas infecciosas presentes en el entorno, como heces, suelo o vegetación.
Aunque no existen pruebas de transmisión a humanos, el Servicio de Parques Nacionales estadounidense aconseja evitar el consumo de tejidos de animales afectados. Cory Anderson del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas destacó la similitud con brotes anteriores, como las "vacas locas", subrayando la importancia de la preparación ante la posibilidad de contagio humano.
La falta de vacunas o tratamientos preocupa a los científicos, ya que no hay manera fácil y eficaz de erradicar la enfermedad ni de los animales ni del entorno contaminado. Además, se informa que el virus podría haberse expandido a Corea del Sur y dos provincias de Canadá, según el Servicio Geológico estadounidense.
Desde su detección en animales en cautiverio en 1960 y en ciervos salvajes en 1981, la propagación del "virus del ciervo zombi" plantea un desafío, y un estudio del Centro de Prevención y Control de Enfermedades pronostica una probable expansión de las áreas afectadas.