A la edad de cuatro años, Sally Ross fue diagnósticada con diabetes fase 1, por lo que creció entre máquinas para detectar sus bajos niveles de glucosa.
Todo ese panorama cambiaría en su jubilación, hace 32 años, cuando decidió viajar de su natal San Francisco (EU) a Mazatlán (México), donde detectó que la diabetes infantil iba en ascenso. Ante ello, creó la fundación Perros de Auxilio para Diabetes A.C, un organismo sin fines de lucro, mantenido solamente con su pensión y algunas donaciones voluntarias de diferentes entidades de la República.
La finalidad de esta agrupación es ayudar a personas que padecen dicha enfermedad con caninos rescatados de las calles, para advertir al dueño o familiar que su paciente está en riesgo de coma diabético o simplemente tenga baja la glucosa.
Gracias a su espléndido olfato, el perro puede detectar la condición de su compañero y, con ello, poderle acercar un jugo para recuperar la glucosa pérdida. Asimismo, alertan sobre un posible coma diabético y más cuando el paciente se encuentra durmiendo, por esto se le enseña a tocar un timbre y avisar
a los familiares.
El animal es entrenado de 8 a 12 meses; los ideales para realizar este trabajo de ‘salvavidas’ son aquellos con nariz alargado, como los de raza Beagle, Labrador y Schnauzer ¡Guao!