En Austria, los disfraces de Donald Trump para un carnaval son la sensación y en algunas tiendas ya se han agotado las pelucas que imitan el distintivo peinado del presidente estadounidense.
Manuela Plank, dueña de uno de esos establecimientos (tienda de disfraces), vio la oportunidad de hacer negocio y se puso a hacer peluquines tipo Trump.
Plank creía estar preparada para satisfacer la demanda con las 10 pelucas a la Trump que había guardado para la temporada de bailes y otros eventos con máscaras que anteceden a la Cuaresma en Austria. Sin embargo, se agotaron en poco tiempo.
"Hacerlo es un poco tardado", señaló Plank, mientras revisaba su más reciente creación. "Hay que cardar bastante. Hasta que se consigue".
La tienda de Plank en la localidad de faffstaetten, al sur de Viena, tiene poco más de 7 mil disfraces, entre ellos indumentaria griega antigua así como trajes de encajes y pliegues del periodo Rococó.
Según Plank, 25 de sus peluquines a la Trump circulan en su comunidad de sólo 3 mil 500 personas.