Tanja Brockmann es una modelo alemana, de 29 años, que se unió a la lista de personas discriminadas por ser ‘demasiado sexys’. Durante sus vacaciones en la ciudad de Mallorca, España, la ‘playmate’ decidió ir de compras al supermercado Eroski.
Debido a las altas temperaturas, de 33 grados, Tanja vistió un short y top negro , con el que mostraba su escote y tonificado abdomen.
Mientras escogía la verdura, la ‘conejita’ fue abordada por una empleada del lugar, quien le pidió que se pusiera una camiseta.
Según los relatos de Tanja, la mujer le repitió la instrucción tanto en español como en inglés. La alemana, quien no tenía otra prenda para vestir, fue sacada por el personal de seguridad de la tienda.
La modelo recordó el acontecimiento como un hecho incómodo, pues todos la miraban como si hubiera robado algo. “Sólo quería ir a un supermercado, no a una iglesia”, señaló.
En Tailandia, ocurrió un caso similar con la enfermera Pang Chatsri, quien fue obligada a renunciar de un hospital privado, por su entallado uniforme que remarcaba su figura.
A pesar de que el uniforme estaba lejos de ser escandaloso, para los estándares orientales resultó ser muy provocativo.
Los críticos aseguraron que la manera de vestir de la mujer era inapropiada y le faltaba el respeto a la profesión de enfermería.