Los diputados y senadores, además de ganar un sueldo que supera los 100 mil pesos, con bonos extra y prestaciones, reciben las llamadas ‘subvenciones’, que son ayudas económicas para que realicen una actividad considerada de interés general para la ciudadanía.
El problema radica en que estos ‘subsidios' desaparecen, se esfuman, y los legisladores no saben qué fue de ellas.
Por esta razón, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) le preguntó a los diputados: ¿dónde quedaron mil 742 millones de pesos?, en lo que se refiere a la Cuenta Pública de 2015.
Lo que más podría molestar a los mexicanos es que no es la primera vez que la ASF hace este llamado de atención, ya que año con año ese dinero no fue declarado a Hacienda y por ende no se sabe si fue utilizado para la ciudadanía o fue gastado, ya que existe una gran opacidad en este rubro, y sólo pudieron recuperar 162 millones.
Los que tampoco se quedaron atrás fueron los senadores, ya que la Auditoría se refirió al mismo caso, ya que el faltante asciende a mil 207 mdp.
La institución describió que “la limitada transparencia de los recursos” impidió que pudieran detectar qué pasó con ese dinero que representa la tercera parte del presupuesto ejercido por la Cámara de Senadores.
Esto quiere decir que entre ambas cámaras deben más de 2 mil 950 millones de pesos a la Auditoría.
“No se contó con la información que permitiera evaluar la razonabilidad del gasto, o bien, comprobar que los recursos se ejercieron para llevar a cabo los trabajos legislativos”, detalló el órgano que fiscaliza a los 3 poderes.