El fiscal del distrito de Los Ángeles, George Gascón, propuso una nueva sentencia para Lyle y Erik Menéndez, quienes están cumpliendo cadena perpetua por el asesinato de sus padres en 1989. Gascón hizo el anuncio en una conferencia de prensa, acompañada de familiares y el abogado de los hermanos, tras el renovado interés público en el caso por una serie de Netflix.
"Vamos a hacer una petición a la Corte para que los vuelva a sentenciar por asesinato, pero con la posibilidad de salir en libertad condicional. Como ellos cometieron dos asesinatos, serían 50 años o cárcel de por vida, pero con posibilidad a libertad condicional".
Físcal de los Ángeles recomienda nueva sentencia para los hermanos Menéndez
Gascón explicó que, según la ley de California, una persona acusada de un crimen puede tener su caso reevaluado si ha estado en prisión durante muchos años y demuestra haber sido rehabilitada."En el caso de los hermanos Menéndez creemos que se han rehabilitado y que pueden ser reintegrados en la comunidad sin causar peligro", dijo.
El 16 de octubre, alrededor de 30 miembros de la familia se reunieron en Los Ángeles para apoyar a los hermanos Menéndez, encarcelados desde 1989 por el asesinato de sus padres. Joan Andersen VanderMolen, tía de una de las víctimas, enfatizó que los hermanos eran niños que intentaban escapar del abuso paterno. La fiscalía está revisando el caso tras la presentación de nueva evidencia por parte de la defensa, que sugiere que los crímenes podrían haber sido en defensa propia debido al abuso prolongado.
“Eran dos niños que intentaban sobrevivir a la crueldad indescriptible de su padre”, dijo Joan Andersen VanderMolen, 92 años, hermana de Mary Louise ‘Kitty’ Menéndez.
Se ha descubierto una carta redactada por Erik en 1988, dirigida a uno de sus primos, en la cual detalla el abuso extremo y reiterado que estaba padeciendo a manos de su padre, meses antes de que él y su hermano perpetraran el fatal tiroteo contra sus progenitores.
Caso de los hermanos Menéndez
El caso de los hermanos Menéndez se refiere al asesinato de sus padres, José y Mary Menéndez, en 1989. Lyle y Erik Menéndez, los hijos, fueron acusados de haberlos matado a tiros en su hogar en Beverly Hills. El caso atrajo una gran atención mediática debido a las circunstancias del crimen y las alegaciones de abuso familiar. Durante el juicio, los hermanos argumentaron que actuaron en defensa propia tras años de maltrato. En 1996, fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. El caso sigue siendo un tema de interés en la cultura popular y el análisis de la dinámica familiar.