De confirmarse el triunfo de Alfredo del Mazo en la elección por la gubernatura del Edomex, el priísta tendrá que atender graves problemas que la entidad arrastra de hace tiempo.
Se trata del feminicidio, las demandas irresueltas de los pueblos indígenas, la defensa de servicios básicos como agua y luz, y poner a revisión una iniciativa de ley que permitiría reprimir la protesta social.
Para el caso de los asesinatos de mujeres, las propuestas para atender el tema que dieron los candidatos son sólo declaraciones, dijo el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio.
En materia indígena, un gran pendiente es el reclamo del pueblo otomí de Xochicuautla, que se opone al proyecto de la Autopista Toluca-Naucalpan, y que de concretarse arrasaría una amplia zona boscosa.
Respecto al agua, habitantes de Tecámac, Zumpango y Huehuetoca llevan un movimiento de resistencia, en defensa de los acuíferos afectados por las obras inmobiliarias desde 2003.
Finalmente, activistas dijeron que no dejarán pasar la ‘Ley Eruviel’, ya que entre sus preceptos está exonerar a ediles y gobernadores en caso de que sus policías cometan excesos, y pone a discreción de la policía el disparar contra manifestantes.