La alcaldía Gustavo A. Madero enfrenta una crisis significativa de contaminación del agua, que ha generado preocupación entre sus residentes. La principal causa identificada es la turbosina, un combustible de aviación, que ha afectado al menos a cuatro colonias cercanas al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Los vecinos han detectado un olor a gasolina en el agua y han reportado problemas de salud relacionados.
El primer aviso surgió en la colonia Cuchilla del Tesoro, donde los habitantes notaron un fuerte olor a solvente en el agua de cisternas y grifos. Aunque el agua parecía clara, presentaba círculos grasos en la superficie, indicando la presencia de un químico. Este problema no es exclusivo de Gustavo A. Madero, ya que anteriormente, en la alcaldía Benito Juárez, se detectó un químico grasoso en el agua, probablemente combustible, afectando a los residentes.
En respuesta a lo ocurrido en la alcaldía Benito Juárez, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ha exigido a Pemex información detallada sobre la contaminación del agua en varias colonias de la alcaldía, subrayando la necesidad de transparencia y acción inmediata.
Respecto a la alcaldía Gustavo A. Madero la presencia de olor a combustible se ha extendido a viviendas, mercados y escuelas, generando inquietud entre padres y personal educativo. El contacto con el agua contaminada ha dejado residuos grasos en recipientes, lo que refuerza la sospecha de turbosina. Los efectos en la salud incluyen malestares generales y síntomas de intoxicación, lo que ha motivado a las autoridades a tomar medidas inmediatas.
En respuesta a las quejas, personal de Pemex y la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil se reunieron con los residentes afectados. Humberto González Arroyo, director general Táctico Operativo de la secretaría, explicó que el olor a combustible proviene de tomas clandestinas para el robo de turbosina en un ducto que atraviesa Gustavo A. Madero hasta Nezahualcóyotl.
A pesar de que se asegura que el olor no representa un riesgo explosivo, se ha iniciado un análisis casa por casa para evaluar la calidad del agua, en colaboración con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) y Pemex. La Fiscalía General de la República ha abierto investigaciones sobre las tomas clandestinas.
En Nezahualcóyotl, Estado de México, vecinos de la colonia Campestre Guadalupana reportaron un fuerte olor a gasolina en el agua de la red hidráulica, lo que indica posible contaminación. Este problema fue descubierto en abril tras el hallazgo de una toma clandestina de combustible en la zona.
Tras la identificación de una segunda toma clandestina, rápidamente sellada por personal de Seguridad Física de Pemex, se desplegó un operativo masivo de seguridad con la participación de la Fiscalía General de la República, la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) y autoridades de Protección Civil.
Estos eventos subrayan la urgencia de implementar medidas efectivas para proteger la infraestructura hídrica y garantizar la seguridad de la población. La colaboración entre diferentes niveles de gobierno y entidades de seguridad es esencial para prevenir futuras contaminaciones y proteger los recursos naturales, asegurando así la salud y bienestar de las comunidades afectadas.