El famoso festival Burning Man, celebrado en el desierto de Black Rock en Nevada, ha sido golpeado por intensas lluvias que dejaron a miles de asistentes atrapados en el recinto. Las autoridades del condado de Pershing están investigando una muerte que ocurrió durante el evento, aunque aún no han proporcionado detalles específicos sobre la identidad de la persona fallecida o la probable causa de muerte.
Las fuertes lluvias inundaron el área, creando un lodo espeso que dificultó la movilidad. Se estima que más de 70 mil personas quedaron varadas en el festival. Las autoridades pidieron a los asistentes que se refugiaran y conservaran alimentos, agua y combustible. El acceso vehicular al festival fue cerrado y muchos asistentes tuvieron que caminar sobre el lodo, algunos incluso descalzos o con bolsas de plástico en los pies.
El evento, que comenzó el 27 de agosto y estaba programado para finalizar el 4 de septiembre, ha visto interrumpidas la mayoría de sus actividades. Los organizadores del festival han centrado sus esfuerzos en garantizar la seguridad de los asistentes y en planificar el éxodo del recinto.
Además de la situación crítica en el festival, las tormentas y lluvias en Nevada han causado inundaciones en otras partes del estado. En Las Vegas, las autoridades encontraron a una persona que no reaccionaba y que se cree que fue una víctima de ahogamiento.
A pesar de las difíciles condiciones, muchos asistentes han mostrado resiliencia y creatividad. Algunos han construido esculturas de barro, mientras que otros han compartido momentos de camaradería con sus vecinos. La moral en el evento sigue siendo alta, y muchos esperan que las condiciones mejoren pronto.
Las autoridades y organizadores continúan trabajando en conjunto para garantizar la seguridad de todos los presentes y facilitar su salida del recinto de manera ordenada y segura.