Un terrorista suicida que conducía una ambulancia cargada de explosivos engañó a los policías de un retén de seguridad en Kabul, capital de Afganistán, al decirles que llevaba a un paciente a un hospital cercano y luego de atravesarlo detonó la bomba en un segundo puesto de control, matando al menos a 95 personas e hiriendo a 158 más, informaron las autoridades.
La poderosa explosión cubrió la zona con humo y polvo. El ataque, que se sintió en toda la ciudad, fue reivindicado por los talibanes.
El atentado se produjo una semana después de que extremistas talibanes mataran a 22 personas en un hotel internacional de la misma ciudad.
Varias ventanas del cercano hospital gubernamental de Jamhuriat se rompieron y sus paredes resultaron dañadas. La gente corrió a ayudar y llegaron ambulancias para transportar a decenas de heridos a diferentes nosocomio. “La mayoría de los muertos en el ataque son civiles, pero desde luego, también tenemos bajas militares”, precisó Nasrat Rahimi, viceportavoz del Ministerio del Interior.
Decenas de vehículos quedaron dañados o destruidos. Varias tiendas, incluso algunas que vendían antigüedades y equipo fotográfico, resultaron destruidas.
El vocero del ministerio de Salud, Wahid Maijroh, dijo que la cifra de muertos podría aumentar porque varios heridos se encontraban en estado crítico.
Cabe destacar que Kabul ha sido escenario de numerosos atentados reivindicados tanto por el grupo extremista Estado Islámico como por los talibanes en el último año.