La muerte es un tema que cualquiera evita por diversos motivos; sin embargo, pensándolo fríamente, esta cuestión debería de tomarse más en cuenta y no precisamente porque uno tenga en sus planes morir, sino por el hecho de que el fallecimiento implica una serie de gastos y trámites que, de no hacerse, puede dejar problemas para nuestros deudos...quienes ‘mueren’ de coraje.
Desde la realización del testamento hasta la adquisición de servicios funerarios, las personas pueden realizar gastos que van de los 7 a los 200 mil pesos, dependiendo de los servicios contratados, ya sean en instituciones de gobierno o particulares.
De igual forma, los gastos pueden ser mucho menores cuando se hacen con anticipación; sin embargo, cifras oficiales revelan que en México sólo una de cada 100 personas ‘invierte’ en su deceso.
Por si fuera poco, en nuestro país alrededor de 70 por ciento de las personas mueren intestadas; situación que, aunado al problema de los servicios funerarios, genera inconvenientes familiares que terminan por no dejar ‘descansar en paz’ al difunto.
NICHOS Y URNAS, UN 'GASTO' EXTRA
EN PANTEONES: El costo fluctúa entre 10 mil y 25 mil pesos, esto dependerá principalmente de la ubicación; entre más arriba o abajo se ubique, es más económico, si permanece a la vista de los dolientes, son más caros. Las urnas de mármol, níquel o maderas finas como caoba, nogal y sabino, se consiguen en un promedio de 4 mil 500 pesos. También pueden adquirirse mediante planes de financiamiento, con anticipación y en casos específicos a meses en lugares generalmente muy exclusivos.
EN IGLESIAS: Cuestan entre 5 mil o más de 50 mil pesos; el costo varía de acuerdo con las urnas que depositen y el tiempo de uso; los pagos más baratos generalmente se realizan anualmente. Pueden adquirirse lugares con espacio hasta para 10 urnas; sin embargo, existen sitios con mayor capacidad aunque el precio se eleva bastante.
EN PANTEÓNES TAMBIÉN HAY COSTOS ELEVADOS
Todo dependerá del tipo de cementerio, su ubicación y el número de gavetas con el que cuente: en algunos les caben dos, y su costo es de 4 mil; y para cuatro gavetas es de 7 mil pesos. La perpetuidad ya no existe en la CDMX, sólo se venden temporales, que se renuevan cada siete años.