Sin disfraces para el dolor

Cada vez es más común escuchar a corredores que incluyen dentro de su kit de maratón una pastilla o analgésico fuerte para el dolor o los que recurren a fisioterapias especiales, incluso radicales y muy dolorosas, para aliviar alguna molestia y poder participar en una competencia.

Para mí, todas estas son señales alarmantes de que se nos está olvidando que el objetivo de correr es tener una buena salud y una mejor calidad de vida. Entonces suena muy contradictorio tratar de disfrazar un dolor o acelerar la recuperación de una lesión para poder correr; cuando en realidad este dolor es claramente un foco rojo que el cuerpo enciende para indicar que necesitamos parar y revisar si algo anda mal.

Las lesiones típicas de corredores generalmente son causadas por algún desbalance, que en la mayoría de los casos pudo haberse evitado. Sobre todo cuando estas dolencias son causadas por un entrenamiento mal planeado, con exceso de distancia en poco tiempo, por falta de entrenamiento de fuerza específico o simplemente por no tomar días de descanso activo y descanso total.

En resumidas cuentas, siempre se trata de un exceso u omisión de elementos sencillos y totalmente previsibles.

Amigo corredor, no me cansaré de repetirle que escuche a su cuerpo, y que cuando lo escuche no lo ignore. Descansar no es suficiente remedio para una lesión y esconder el dolor tampoco es la solución para poder correr. 

Hacer un maratón tapando un síntoma a través de infiltraciones o analgésicos puede tener consecuencias muy graves como fracturas o desgarros, que finalmente lo inhabilitarán de correr por meses. ¿No sería mejor atender la primera llamada de atención?

Maratones hay muchos, pero el abasto de rodillas y pies sanos es limitado. Cuídese por favor