Vero Velázquez
Una experta del mundo Running, quien nos dará los mejores tips para correr y llevar un estilo de vida saludable.
Lunes de medallas
Se ha vuelto una bonita tradición entre los corredores publicar todos los lunes -en distintas redes sociales- las medallas ganadas durante el fin de semana. Y es que sin duda dan muchas ganas de presumir nuestros logros, nuestro sentimiento de orgullo y fortaleza. Pero además de que este ritual es muy bonito para recordar y compartir con los demás el hecho de haber cruzado la meta de un maratón o un 10K, también es una forma de inspirar a otros a activarse y ver que correr trae muchas alegrías.
El 'Medal Monday', como se le conoce en inglés a los lunes de publicar las medallas, es un día especialmente significativo para los maratonistas, que durante meses enteros esperaron el momento de participar en un 42K y me atrevería a decir que es parte de los festejos oficiales, es parte de todo lo que conlleva una competencia como esta.
Porque el maratón no son los 42.195 kilómetros que se corren el día de la carrera, sino los cientos de kilómetros que se entrenan, los obstáculos que se sobrepasan, las lesiones que se sufren y se superan. Correr 42 kilómetros significa mucha disciplina, varias alarmas en la madrugada y muchos sacrificios.
Para la preparación de un maratón se requieren muchas habilidades para organizar la agenda, entre compromisos de trabajo, familia y ejercicio. De tal forma que el maratón es todo lo que se hace los meses previos antes de cruzar a la meta y, por qué no, los días posteriores.
O me va a decir usted que la 'cruda' post-maratón no cuenta. Esos días confusos en donde no sabemos si queremos inscribirnos a otro inmediatamente o no volver a hacerlo nunca más, donde puede haber muchos sentimientos encontrados, de orgullo y satisfacción o de tristeza, frustración y cansancio.
En fin, el maratón antes, durante y después es una competencia que nos enseña mucho, nos muestra de lo que somos capaces, nuestros fantasmas, miedos y también nuestra fortaleza.
Por si fuera poco, el maratón nos acerca a personas increíbles y nos hace ver quiénes realmente importan en nuestras vidas, con una táctica muy sencilla: tener poco tiempo para participar
en eventos sociales; es decir, el maratón nos enseña sobre prioridades.
El día de hoy quiero aprovechar este espacio para que los 'lunes de presumir medalla' se vuelvan también un día de reflexión, de aprendizaje y de gratitud. Un día en el que nos demos el tiempo de repasar todo lo que hicimos para llegar a tener esa medalla en la mano y hagamos de ese un día para decirle gracias a la gente que nos apoyó en el camino, a la familia que nos impulsó y entendió, y a los amigos que nos ayudaron a no fallar a ningún entrenamiento.
¿Qué le parece? ¿Lo convertimos en lunes de gratitud también? Y mientras llega ese próximo 'Medal Monday' para usted, le deseo mucho éxito en su próximo maratón.