El Real Madrid siempre fue el objetivo de Mbappé. Durante años fue su motivación diaria, el motor que lo impulsaba a superarse, incluso a aprender español. Hoy, tras la eliminación de la Champions, con una lesión de tobillo y a pesar de haber marcado 33 goles en 50 partidos, es abucheado y señalado como uno de los responsables del mal momento del equipo.
DFP tag: DN_Intext_Center_BTF_1
¿Qué pasa cuando el sueño se cumple, pero no como lo imaginaste?
Cuando el anhelo es tan grande que la vida entera gira alrededor de esa meta, las expectativas crecen a medida que se acerca. Y junto con ellas, vienen la emoción... y la idealización.
Nadie imagina que, tras ganarse la lotería, todo puede salir mal.
Llegar al lugar más deseado no garantiza que todo sea fácil, perfecto o inmediato. Las expectativas, propias y ajenas, pueden pesar más que la presión de competir. Cumplir una meta no elimina los retos internos ni externos.
El primer juego que se debe ganar es el mental, y los rivales pueden ser la adaptación al entorno, las relaciones con otros jugadores, las lesiones, e incluso los medios de comunicación.
El rendimiento del delantero no puede medirse únicamente por los goles, sino también por su proceso de adaptación al país, la cultura, el cuerpo técnico, el estilo de juego, y las relaciones con otros líderes del equipo.
En el caso de Vinícius, por ejemplo, parece que las diferencias no solo se notan dentro del campo, sino también fuera de él. Mientras Mbappé renunció a más de 80 millones de euros del PSG por cumplir su sueño de jugar en el Real Madrid, se dice que Vinícius está molesto por haber sido desplazado como el jugador mejor pagado del club. Y para sumar tensión, la afición que antes lo idolatraba, ahora lo señala (expectativa e idealización colectiva).
Mbappé ya había demostrado una gran resiliencia cuando el PSG intentó complicarle la salida: lo aislaron, lo presionaron, pero él no cedió. Su sueño era más grande que la banca o el dinero.
Sin embargo, para manejar el juicio externo, Mbappé —y cualquier persona que alcanza una meta tangible— debe reconectar con su propósito: ¿Por qué estoy aquí?
Ya llegaste. ¿Ahora, qué quieres construir desde aquí?
Y recordar siempre que no todo depende de uno mismo.
¿Cuántas veces hemos cumplido un sueño y, al llegar, sentimos frustración, miedo o desilusión porque no era como lo habíamos imaginado?
Mbappé, el Real Madrid —y la vida misma— tienen crestas y valles. Los procesos toman tiempo, pero la disciplina, el enfoque y la resiliencia sostienen el camino.
Lo importante no es llegar al sueño. Lo importante es lo que haces cuando te toca vivirlo en condiciones imperfectas.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: CARLO ANCELOTTI CONFÍA EN CONTAR CON MBAPPÉ PARA FINAL CONTRA BARCELONA