La noche triste para Jaime Lozano

Luis Castillo

Luis Castillo

Jefe y coordinador de contenidos en la Octava Sports | Radio Centro, que pone al alcance información detallada del futbol mexicano.

LUIS CASTILLO
| 18 Nov, 2023

La derrota de México ante Honduras ha significado la noche triste para Jaime Lozano. No porque vaya a dictar el que deje el banquillo de la Selección, o que vaya a poner a los aficionados en contra suya o a los medios. Si no porque Jaime Lozano, en Tegucigalpa, dejó muchas inquietudes sobre esta gestión.

No cabe duda que la falta de experiencia en escenarios tan hostiles, tan retadores emocionalmente, fue el punto de quiebre en este partido. Los otros compromisos que había enfrentado tuvieron la bondad de la presencia del aficionado mexicano abarrotando los estadios, pero en este partido en territorio centroamericano, que dejó muy claro que sigue siendo un pesar visitar esas tierras, Jaime Lozano fue superado por el entorno. Fue superado porque es probablemente el verdadero primer escenario así de adverso que enfrenta en su carrera como entrenador. 

Pero pongamos atención y pongamos mucha pausa, a pesar de que la Selección Mexicana fue vencida por una selección que claramente es mucho menor al Tri en nivel futbolístico, lo cual hace grave el resultado, no quiere decir que un proceso deba ser cortado. Eso no quiere decir que la selección nacional deba tener otro cambio en el timón. Al contrario, debe ser un buen punto de inflexión acompañado por un entrenador que tiene autocrítica, que tiene resiliencia y que, sobre todo, ha demostrado que tiene las virtudes y aptitudes para ser seleccionador nacional. Detengamos esta vorágine de golpes y críticas exigiendo que sea otro entrenador, porque ya vimos que los hombres con 30 años de experiencia en los banquillos no hacen algo distinto. Eso sí, Jaime Lozano tendrá que recargarse en un hombro de jerarquía y sumar a un auxiliar de experiencia y de categoría a su cuerpo técnico. Hay momentos en donde la falta de experiencia puede pecar contra él y una cabeza que haya vivido ciertos momentos espesos y que sepa cómo es llevar estas latitudes pueda aterrizar la mejor versión de Jaime Lozano.

La Selección Mexicana no jugó bien, fue superada en prácticamente cada línea del terreno de juego. Sólo algunos cuantos jugadores pueden levantar la mano como excepciones del terrible partido que se dio en el estadio nacional de Tegucigalpa, como Uriel Antuna, pero la maniobra ahora dicta que México deberá derrotar categóricamente a Honduras el próximo martes en el Estadio Azteca si es que quiere estar de manera directa en la Copa América y en el Final Four de la Concacaf Nations League.

El margen de error se redujo, lo de la noche hondureña puede ser un tropiezo o una incómoda piedra en el zapato de Jaime Lozano. Todo depende de cómo reaccione, de cómo muestre su carácter y de cómo afronte el partido de vuelta.

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