El rayado que hizo feliz a Tigres

Ignacio Suárez

Ignacio Suárez

Ignacio Suárez

Ignacio Suárez
| 09 Feb, 2022

Aquel 11 de diciembre del 2020 todo era felicidad, esperanzas. ilusiones. Después de 20 años la directiva de Rayados, encabezada por Ornelas y Davino, habían convencido a Javier Aguirre de volver a dirigir en México.  

Bien lo dijo el mismo Javier Aguirre aquella tarde de su presentación. “El diferencial fue el proyecto que me ofreció Duilio. fue algo que NO podía rechazar”, y claró que era irrechazable, a sus 61 años de edad recibió la mejor oferta económica que hubiera recibido en su muy larga trayectoria. Ni cuando dirigió a las selecciones de México, Japón o Egipto su cheque de pago mensual jamás había tenido tantos ceros como el que le ofrecieron en Monterrey por dos años de trabajo.

EL MEJOR PAGADO EN LA HISTORIA 

Hay versiones que aseguran que cobra más de cuatro millones de dólares anuales. Otros hacen incluso la conversión de su enorme sueldo en pesos mexicanos y libres de impuestos, de los que se hace cargo el club, señalando más de cinco millones mensuales. Lo cierto es que Javier Aguirre Onaindia se convirtió en el técnico mejor pagado de toda la historia del futbol mexicano. 

Aquella tarde, el Vasco, cual político en campaña, habló maravillas de Rayados y su filosofía, mencionó de forma literal que no podía rechazar el proyecto porque Rayados era un equipo GANADOR, con una filosofía que empata mucho con sus ideas, recetó esa tarde, y sí, el sitio de rayados.com señala con claridad la misión del club: "Satisfacer a la comunidad mediante un espectáculo futbolístico con resultados ganadores".  

LOS 'GANA NADA'

Quién lo hubiera dicho, solo 14 meses después de aquel discurso en su presentación, muy lejos de Monterrey, en el Mundial de Clubes, realizó las declaraciones más contrastantes, y más desafortunadas de toda su carrera. “Monterrey ha venido cinco veces al Mundial de Clubes y no ha ganado nunca”. En segundos, de estar orgulloso de ser firmado por un equipo ganador, lo convirtió en un equipo 'gana nada'. 

La frase dio justo en el corazón de una afición rayada que estaba destrozada por la derrota ante los suplentes del Al Ahly, que con 15 ausencias no pudo ser vencido por el equipo con la nómina más cara de toda la Liga MX. Y, a decir verdad, mentiras NO había dicho Aguirre, las presentaciones del equipo regiomontano en el Mundial de Clubes no han sido brillantes como la de su acérrimo rival, que llegó a una Final en su primer intento.  

 VERDADES QUE DUELEN

Pero esa verdad sonó a excusa, a pretexto, a justificación, y acrecentó el dolor de la afición rayada, que enfureció. Bajo la misma óptica que utilizó Aguirre afirmando que Rayados NO había ganado nada en el Mundial de Clubes, la trayectoria reciente del técnico NO hubiera dado un solo motivo numérico y de resultados para que los Rayados le ofrecieran el jugosísimo contrato que se le ofreció.  

Tampoco es mentira afirmar que, bajo la dirección de Javier Aguirre, la Selección Mexicana sufrió la derrota más humillante y dolorosa en la historia de los Mundiales, cuando en el 2002, ante el odiado rival que es Estados Unidos, fueron eliminados y privados de llegar al soñado quinto partido, teniendo todo para hacerlo. 

Tampoco es mentira que cuando Aguirre dirigió a Japón, la selección del sol naciente tuvo su peor actuación en 20 años, que provocó su cese, aunque diplomáticamente le dieron salida argumentando que todavía enfrentaba el proceso de investigación por un supuesto amaño de partidos cuando fue técnico del Zaragoza.  

Tampoco es mentira, que tiempo después, teniendo a Mohamed Salah en su mejor momento, dirigió a la Selección de Egipto, que como anfitriona era la gran favorita para ganar la Copa Africana de Naciones en el 2019. ¿Qué sucedió? Cayeron 0-1 ante Sudáfrica en los Octavos de Final, con la gente enfurecida cesaron a Javier Aguirre y hasta el presidente de la Federación Egipcia, tuvo que renunciar.  

Del paso de Aguirre por el Leganés, un modestísimo equipo español hay poco que decir, NO pudo salvarlo, y una vez consumado el descenso matemático declaró “siento que es mi despedida”. Seis meses después de ese fracaso ligó el mejor contrato de su vida y con el equipo con la mejor nómina del futbol mexicano.  

¿POR QUÉ LLEGÓ A RAYADOS? 

Viene entonces la pregunta del millón: Si Rayados nunca ganó nada en Mundial de Clubes, y Aguirre en los últimos años acumuló fracasos ¿Por qué lo firmó Monterrey? Porque en esa ciudad el futbol se vive con tanta pasión o devoción como en ninguna otra. Para 'Regiolandia' solo existen dos equipos: Tigres y Rayados. Más allá de cualquier título oficial en disputa, ellos se juegan el más importante: el del orgullo. ¡Ser el mejor de la ciudad!. 

Si no eres Campeón de la liga NO importa, siempre y cuando tu rival de la ciudad quede en peor posición que la tuya, con ese solo hecho ganas la indulgencia. Se puede estar a favor o en contra de estas posturas, pero lo cierto es que los regios así están acostumbrados a vivirla, así son felices y así la disfrutan, la padecen, es una forma de vida por así decirlo, que muchos otros aficionados de otros equipos llamados grandes envidian en silencio. 

Mientras en otras ciudades los equipos llamados grandes juegan cada 15 días con las tribunas medio llenas o medio vacías, los regios, sobre todo Tigres, llenan el estadio cada 15 días sin importar el rival.  Hay decenas de programas de radio y de televisión donde el tema principal son los dos equipos regiós, el resto no existe a menos que jueguen contra ellos.  

COMPETIR VS FERRETTI 

Esa rivalidad fue el detonante para contratar a Aguirre, sin analizar sus procesos y resultados deportivos recientes. Tigres tenía en ese momento a un técnico veterano, dicharachero, mal hablado, que podía mentar madres a los reporteros o hacer exabruptos, y en lugar de críticas, provocaba risas, aplausos. Rayados, tenía que buscar contrarrestar a su rival con armas idénticas. 

Competir así, de esta manera, NO es nada nuevo, cuando Tigres trajo a Gignac y causó la conmoción, Rayados buscó replicar la misma fórmula, invirtió 22 millones de dólares en un contrato de cinco años trayendo al holandés Vincent Janssen, buscando tener un europeo que también la rompiera como el francés, algo que, evidentemente, NO ha sucedido.  

Ahora buscaron competir contra el Tuca Ferretti trayendo a Javier Aguirre. El llamado 'mano' parecía el técnico ideal en lo mediático; un técnico bromista con un lenguaje dicharachero y simple. Él también acostumbra a soltar palabrotas en las conferencias de prensa para insultar al periodista en forma de broma, lo que le ha acarreado muchas risas y pocas críticas. Tiene o tenía un gran manejo de los entornos, y una gran prensa, ya que cuando no ha estado dirigiendo ha sido analista en casi todas las cadenas de televisión, eso sin duda le otorga cierto blindaje.  

Tan es así, que pocos o ninguno del medio censuramos su llegada o analizamos sus pocos resultados deportivos en el pasado reciente, ni su posible desconocimiento del futbol mexicano, del cual se había alejado 20 años a nivel de clubes. En México, solo había dirigido al Atlante, salvándolo del descenso, y posteriormente logró un milagroso campeonato con un modesto Pachuca, que logró la campanada de vencer al Cruz Azul. El resto de su carrera, la realizó en Selección Mexicana y en Europa. 

EQUIPOS DE 'ECHAR HUEVOS'

En toda su carrera, Javier Aguirre jamás había tenido la oportunidad de dirigir a equipos protagonistas, con plantillas con obligaciones de ser campeones y constantes ganadores (con la excepción de ligas muy exóticas como la de Emiratos Árabes Unidos). En ligas serias y respetables siempre estuvo al frente de equipos limitados que buscaban evitar el descenso como prioridad principal, lo que lograra después de eso era ganancia: Osasuna, Zaragoza, Espanyol, Leganés, en diferentes circunstancias tenían ese perfil. Había que armar equipos en la cancha con huevos y decisión para que superaran sus carencias técnicas, era potencializar equipos, desde el carácter.  

Su mejor etapa en Europa fue con el Atlético de Madrid, del 2006 al 2009. En aquel momento ese Atlético NO tenía el poderío y solvencia económica con la que cuenta hoy. Javier potencializó ese equipo, lo hizo volver a jugar la Copa UEFA después de 10 años de ausencia y también pudo clasificarlo a la Champions al terminar en cuarto lugar de la tabla general, sin duda su logro máximo. 

DIFERENTES OBLIGACIONES 

Desde hace 14 meses Javier Aguirre está en un equipo diferente. En un México y una liga diferente a la que dejó en el año 2000. En aquellos años, aunque con buenas etapas, Tigres y Rayados eran dos equipos más. 20 años más tarde son un referente, candidatos obligados al título cada temporada por la calidad de sus plantillas, que suman muchas estrellas entre ambos.  

Hoy llegó a uno de los equipos que más dinero invierte en jugadores, un equipo que juega dos torneos: el de la Liga MX y el de 'Regiolandia', un equipo que tiene obligaciones, a lo que menos aspiran los Rayados según la visión de la institución es: "Ser un club profesional, ganador, estando entre los mejores cuatro del futbol Mexicano, en cuanto a lo deportivo".

Es decir, para los dueños de Rayados, exigen cuando menos terminar en el cuarto sitio. En el torneo pasado se quedó lejos de esa obligación. El equipo de Aguirre, con su enorme inversión, terminó en noveno, jugó el repechaje ¿por qué? Porque el equipo jugaba muy mal. Ganar la Concachampions ante el América fue el maquillaje, la coartada perfecta para ocultar lo que muchos veíamos. Los aficionados rayados se cegaron con ese triunfo y se siguieron ilusionando y hoy pagan las consecuencias. 

LA FINAL ERA OBLIGACIÓN 

En lo personal, me parecía que en el papel Rayados tenía el mejor plantel de la liga, a Javier Aguirre le parecía que tenía un plantel “corto”, y así lo declaró. En entrevista realizada el 17 de diciembre pasado, nuestros colegas de Cancha le preguntaron: “¿Usted qué refuerzos ha solicitado?" Yo NADA, yo no he solicitado refuerzos... y además aseguró que "NO habría excusas” Aun así, la directiva NO escatimo o se escudó en sus dichos, sabían que podían tener ausencias y le mejoró el equipo, le trajo a Romo y le regresó a Pizarro. ¡Querían la Final sí o sí!.

¿Por qué contratar refuerzos que el técnico NO pidió? Porque los dueños y la directiva sabían perfectamente que estaban obligados a llegar, mínimo, a la Final donde su acérrimo rival de la ciudad ya había llegado un año antes. Porque, conocieron al rival, y ganarle les haría enfrentarse en las Semifinales al Palmeiras, al mismo equipo que Tigres le ganó en la Semifinal. Parecían caminos iguales, quisieron darle más armas al técnico. 

FRACASO Y BURLA  

Con esa ilusión cientos de aficionados de Rayados viajaron al Mundial de Clubes. Estaban eufóricos, hacían cuentas alegres, hablaban no de ganarle al Al Ahly, sino de golearlo y cómo enfrentarían al Palmeiras, ya se veían contra el Chelsea. Los que se quedaron en México abarrotaron los bares, al inicio cantaban de alegría, al final indignados lloraron de tristeza con el resultado. 

En esa misma ciudad agazapados en sus casas, los aficionados de Tigres oraban porque los Rayados se quedaran en el camino, que no llegaran a la Final. Que sus Tigres fueran los únicos, los históricos. Cuando se consumó la vergonzosa derrota de los Rayados NO dudaron para salir a la calle para celebrar, pidiendo un minuto de silencio por los finales rayados y cantando que solo los Tigres eran históricos.  

Quien lo hubiera dicho, los Rayados gastaron una fortuna para repatriar al Vasco para hacer feliz a los suyos, y lo que son las cosas, ese mismo personaje sin quererlo, con la derrota se ha convertido en el rayado que más feliz ha hecho a los aficionados de Tigres. 

Ese estigma lo perseguirá para siempre en esa ciudad. No se puede asegurar que si Aguirre y Rayados ganan la liga puedan pagar la deuda que tienen con su afición, hoy tan herida por la derrota. El dolor es intenso y entendible, pero no justificará jamás las demostraciones con apología de la violencia que unos inconscientes fanáticos hicieron con hieleras en Abu Dhabi. 

El futbol es un juego donde a veces se gana o se pierde. Amigos regios, disfruten su rivalidad, vivan y vibren el juego como ninguna afición y ciudad de nuestro país. La grandeza se muestra también en la derrota. Tienen muchas cosas por presumir: sus equipos, sus plantillas, su afición, su ciudad, su pasión. La grandeza se construye y se muestra con lealtad y sin venganzas, es buen momento para actuar como verdaderos grandes.  

“La victoria y el fracaso son dos impostores, y hay que recibirlos con idéntica serenidad y con saludable punto de desdén” Rudyard KIipling.

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