El fallecimiento de ANDRÉ MARÍN despertó un “sin número” de muestras de cariño LEGÍTIMAS, dentro del medio de la comunicación e información deportiva. Un medio que se nutre tanto de cosas buenas y positivas, como de GRILLAS Y ENVIDIAS. Es por ello que hoy me daré el gusto, gracias a este espacio, de agradecerle a ANDRÉ y además, de “responsabilizarlo” por esto.
Era del dominio popular que su salud estaba delicada desde hacía mucho tiempo, pero sin conocerse con exactitud los detalles. Hasta que llegó el “final” la madrugada de este 16 de septiembre, cuando muchos estábamos descansando después de una tupida noche de comida y bebida por la fecha patria. Y así despertamos casi todos, conociendo la triste y lamentable noticia, misma que propició de inmediato esta muestra de cariño, afecto y agradecimientos en propios y extraños, a la que hice referencia al inicio.
No tuve el gusto de conocerlo, a pesar de haberme topado con él en varios eventos. Jamás pude estrechar su mano, aunque la imagen que daba a la distancia era de un buen tipo. En la pantalla causaba controversia y molestia por su estilo único y singular, pero siempre dio la impresión que, al acabar la chamba (apagarse las cámaras), era una persona sensible y simpática. Es más, así me lo han hecho saber muchos que sí lo conocieron de manera cercana y sobre todo, personal. Así es, su deceso UNIÓ aunque sea por unos días, a un gremio periodístico deportivo que a veces parece estar más preocupado en desacreditar al de al lado, que en entretener e informar correctamente al aficionado (televidente, radioescucha y lector).
Gran y sentido homenaje se le ha rendido en todos lados y en todas las formas posibles, y eso no es de a gratis. ¡El buen ANDRÉ se lo ganó!
Vale mucho la pena recordar que él fue parte importante de esa gran época en donde TV AZTECA, encabezada por José Ramón Fernández, le peleaba cuerpo a cuerpo a TELEVISA DEPORTES, comandada por Javier Alarcón. ¡Y lo que son las cosas, estos “dos exjefes” de aquella época, hoy comparten la mesa en ESPN!... Pero bueno, ese es otro tema.
ANDRÉ MARÍN marcó una etapa como periodista dejando escuela como reportero de cancha en el futbol, ya que pocos como él dominaron esa labor que, dicho sea de paso, era lo que más le apasionaba dentro de toooooodas las actividades que existen dentro de esta gran profesión. Puedo afirmar, también, que perteneció al selecto grupo de comentaristas deportivos que, estando identificado con una empresa, emigró a otra dejando la puerta abierta, además, para que algunos colegas lo imitaran. Hoy en día, esta práctica ya es común, con sus beneficios y perjuicios, ¡pero él fue PIONERO en ello! APLAUSOS.
Bueno, y así me podría seguir y seguir y seguir citando puras cosas buenas, admirables y dignas de imitar. En sus 38 años de trayectoria fue un personaje muy querido por la mayoría y no tanto por alguna minoría, que seguro la habrá, como sucede en cualquier ámbito de la vida, pero RECORDADO por todos, incluso por aquellos que jamás tuvieron que ver con su entorno laboral.
Descanse en paz, ANDRÉ MARÍN PUIG y desde esta trinchera, concluyo como inicié, ¡dándole las gracias otra vez por unir a este gremio, aunque sea por un momento, para recordarlo por siempre con MUCHO RESPETO, CARIÑO Y ADMIRACIÓN!
Si no tienen algo mejor que hacer, los espero en @hugomarcelomx (en todas las redes)
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