Boca Juniors es y ha sido una sucursal del futbol mexicano. Con jugadores medianamente sobresalientes como, en su momento, Benedetto, Marcone, Cardona o Izquierdoz, han dado muestras de ser bastante normales, en términos de rendimiento.
Si es cierto que el prestigio no se negocia y que las superioridades se inflaman en canchas sudamericanas, como la hirviente Bombonera, no es menos cierto que hoy, más que nunca, los equipos mexicanos competirían por el volumen de sus plantillas.
Aunque se sabe que los escudos y la historia tienen su peso, hoy México cabe en Conmebol y algunos argentinos tienen nivel de Concacaf.
Duélale a quien le duela. Sobre todo a quienes quieren asociar la Liga MX más al Norte (MLS) que al Sur (Libertadores).
