Carlos Ponce de León
Director de Marca, experto en futbol nacional e internacional. En su columna tendrás un análisis veraz y oportuno.
Todo lo que Tigres toca, lo hace chico
La gente del lugar estaba acostumbrada a consumir naranja, plátano, manzana, las favoritas tradicionalmente; sin embargo, un día apareció un chico a vender una fruta de temporada: mandarina. Su padre, un rico hacendado, le quería enseñar a ganar su propio dinero y aunque no tenía necesidad económica, lo mandó aquel lunes a trabajar con la condición de acabar el producto. Un señor que le había comprado más temprano y quedó encantado con el sabor, regresó a preguntarle cuántas le quedaban: “¡Te las compró todas!”. A lo que de inmediato el muchacho contestó: “No, porque al rato ya qué vendo”.
Hay quien no tiene la mentalidad para crecer, hay quien no tiene la necesidad de cosas grandes y vive conforme. Es feliz como está. Así es Tigres. Previo al Mundial de Clubes le lanzaron a todos los que los vemos desde afuera, con voz clara y contundente: Que nadie más se suba, no caben más que los que ya estaba arriba. No quieren más afición, no desean más reconocimiento. Así están contentos, aunque no lo creas.
Mientras desde afuera les vemos un potencial enorme para crecer, al equipo de San Nicolás de los Garza no le interesa, les basta con tener a la mitad de Monterrey. Los que creemos que tienen argumentos para conquistar seguidores, no lo entendemos. ¿Será miedo a tener una responsabilidad como la de América o Chivas? ¿Les dará temor no llenar los zapatos de Cruz Azul o Pumas? Son los felinos del Norte. Ya no les pidamos más. Tratemos de comprenderlo con aquella frase lapidaria del mítico entrenador del América, José Antonio Roca: “Los enanos nunca crecen”.
Con esto, Tigres demuestra que tiene un nuevo súper poder en el futbol mexicano: todo lo que toca lo hace chico.
REPRESENTAN A MÉXICO, AUNQUE NO QUIERAN
El tema de representar a México generó confusión entre los felinos, pero vale la pena aclararles: viajan al Mundial porque juegan en una federación nacional, no en una de San Nicolás de los Garza. Es más, también representan a la Concacaf, pues asisten como Campeones de la confederación. Representar es ser imagen o símbolo de algo. Esa etiqueta no se la pueden quitar.
Ahora, si no la quieren, sólo hay una solución: ya no participen, pues es la única manera en la que no representarían a nuestro futbol en una competencia a la que califican campeones nacionales y de confederación. Tendrían que armar una asociación regiomontana y afiliarla a la FIFA para ir como representantes de Monterrey. Así de fácil.
Y que tampoco la confundan con la obligación de alentarlos, que representen a un país no es proporcional a recibir el apoyo de la afición. Sería absurdo creer que al Bayern Munich lo deban impulsar los seguidores del Borussia Dortmund. Eso es ridículo.
Para la siguiente edición de la Liga de Campeones de la Concacaf ya no va Tigres, sino Rayados, que han aprovechado como nunca esta exposición, América, Cruz Azul y León. Esta fue su gran oportunidad, y la dejaron ir porque así lo quisieron. Es increíble su súper poder, que ha logrado que una competencia Mundial que debería interesar a todo un país, se haga chica. De su tamaño, pues.
SE TENÍA QUE DECIR...
La realidad azota a Pumas y la fortuna los abandona, lo que se pronosticó en el torneo anterior, que terminó por romperse sorpresivamente al llegar a la Final, llega para el actual Guard1anes 2021: un plantel tan joven y carente de figuras no puede competir. Veamos cómo compone la ruta Lillini, que ya dio muestras de su capacidad.
...Y SE DIJO.