Carlos Ponce de León
Director de Marca, experto en futbol nacional e internacional. En su columna tendrás un análisis veraz y oportuno.
Salte ya
No se van a ir. Lo que necesita Cruz Azul no es cambiar a la directiva que encabeza Víctor Velázquez, eso es imposible, pues está enquistada en el timón de la Cooperativa celeste gracias al poder que le entregó la 4T y no se moverá si no cambia el gobierno. Lo que requiere La Máquina es que el patrón entienda que debe perder protagonismo y poner una directiva profesional dedicada a recuperar la gloria. Sólo así.
La Cooperativa La Cruz Azul es la más grande de América Latina y tiene múltiples negocios, el club de futbol no es el único ni el más importante: cementeras, tiendas, inmuebles, hoteles y una extensa lista que la ha convertido en una empresa trascendental del país. Sin embargo, Velázquez se atragantó de reflector que entrega el futbol, aparece, decide y acapara la luz del club, al grado de que ya es para su afición la cara la crisis.
La forma de darle fuerza al equipo es otra, ejemplos sobran: CEMEX con Tigres, la UNAM con Pumas o FEMSA con Rayados, organismos gigantes, de múltiples intereses, cuyas cabezas designan para sus clubes directivas que saben de la administración del futbol, en lugar de hacerle al sabiondo y darles en la torre.
¿Alguna ves viste a El Diablo Fernández, mandamás de FEMSA, aparecer en las fotos de las contrataciones del Monterrey, dándoles un abrazo y sonriendo a la cámara? Atiende desde la silla del consejo del grupo los negocios de la dinastía Garza Lagüera como la cervecería Cuauhtémoc, la embotelladora Coca-Cola, OXXO o el Tec de Monterrey, cada uno a través de directivos dedicados.
Velázquez y sus cuates no se irán de la Cooperativa, sin embargo deben entender que es mejor para La Máquina delegar en una dirigencia el poder de decisión para administrar, como ya lo hicieron para conseguir La Novena en 2021, cuando Álvaro Dávila era el presidente deportivo y colocó a colaboradores clave.
Pero el reflector que ganó aquél dirigente molestó a Velázquez y lo corrió. Hoy no hay un jefe en La Noria, sólo un asesor cercano al patrón celeste como Jaime Ordiales, al que también le achacan culpas sin tener el cargo responsable.
Víctor, hazlo ya, hazlo posible, dale a Cruz Azul la fuerza que necesita, salte de la fotografía para que Cruz Azul recupere los días de gloria que merece su inmensa afición. No lo hagas por ti, hazlo por La Máquina que no merece más humillaciones como la que viven ante América.