Lo que vivimos ayer en el Azteca es lo más cercano a una versión que tenga conforme a afición y expertos. Y ni siquiera es la ideal aún.
Se ganó, que comprobamos con Canadá que ya no es cualquier cosa en casa; incluso con Jamaica se sufrió y al fin ayer fue contundente.
Se goleó, anoche se generó la chispa que encendió las anotaciones, porque desde antes estaba regada la pólvora en el área rival y no prendía la mecha. Chucky fue ese encendedor. Flama incandescente que calentó la fiesta del Coloso de Santa Úrsula, otras veces crítico con abucheos.
Y casi gusta. El pero para no poner esta etiqueta es que se enfrentó a la selección de nivel más pobre de esta eliminatoria.
El Tata lo intentó, probó con un dibujo nuevo, con tres justo detrás del ‘9 y dos contenciones. Para mí este es el camino, es el mejor partido de este Tri, aunque haya sido el peor rival.
Y ahora sí, vienen pruebas de fuego, tres salidas bravas, a El Salvador y regresando a Fecha FIFA, Canadá y Estados Unidos, juegos para amarrar la cima y demostrar de qué está hecha la Selección de Martino. Que gane, que busque gustar y con eso estaremos bien servidos.