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Murió Lizmark, ‘El Geniecillo Azul’

Alfonso Morales

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Alfonso Morales | 18 Dic, 2015

La galería de nuestra lucha libre, la mejor del mundo, está de luto. Ha partido el acapulqueño Juanito Baños, estupendo gladiador y mejor persona, natural del estado de Guerrero, quien ‘debutará’ el próximo domingo en la última función del año del coliseo de la colonia La Gloria.

Acapulqueño triunfador  
En la década de los años 80 surgió un elemento luchístico que dominaba la técnica de los clavados desde La Roqueta, en el hermoso puerto de Acapulco. Rememoro perfectamente cómo la empresa filial de la organización Lutteroth lo promovió en una de mis incursiones para la emisión de lucha libre de Televisa; lo conocí y honradamente era un elemento perfecto, lo que generaba que el sector femenino del estado lo siguiera, sin una mácula de grasa, así que no faltó quien le recomendara con Paco Alonso y Juanito Herrera para trabajar en la cadena nacional de la oficina de Dr. Lavista por esos años, en estricta justicia polarizó la atención.  

Físico de privilegio
Desde la posición donde yo narraba en la Arena México, que era una esquina, cada que aparecía me daba la oporunidad de apreciar con detalle la asistencia femenina, cuando trabajaba con, y contra, el ‘Enmascarado de Oro’, el tapatío ‘El Solitario’, la Coliseo, así como la México capitalina, la ‘Coli’ de Guadalajara, la de Monterrey, agotaban las localidades, así que poco a poco fue ambientándose ante el monstruo de mil cabezas del circuito Lutteroth. En una de esas sesiones, Ricardo Morales, ‘Candadito’, el periodista número uno de la especialidad en México, me invitó a cenar, así que me impactó el conocerlo, taciturno, observador y de sonrisa de gente tímida agachaba la cabeza. Fuimos en su coche al Súper Lucha que se ubicaba en San Juan de Letrán.

En la AAA  
Durante su brillante carrera también trabajó para Toño Peña, en paz descanse, así que toda su línea de conducta era diáfana, fuera de su terruño, el puerto de Acapulco, era entrenar, luchar, viajar y descansar, lo que era una garantía de eficiencia ante quienes le contrataban. Lo mismo era Mérida que Laredo, Cuernavaca, que Culiacán, Sinaloa. Con el paso de los años surgió su vástago, el cual sigue trabajando como Lizmark Jr., ese tiempo, de los inicios de la década de los años dos mil, su hijo sobresalió debido a su estatura de un metro noventa y cien kilos de músculo, sin mácula de grasa. La prensa empezó a difundir que había tremenda inquina entre padre e hijo, difundiendo que el hijo era mejor que su padre, lo cual ante la opinión del monstruo de mil cabezas funcionó.

Lo vi por última vez  
Hace dos meses me encontraba comiendo en el mercado de San Juan y me encontré a Juanito Baños, quien me platicó que el trabajo estaba terriblemente mal, muchas plazas habían desaparecido debido a la crisis que había llegado al pancracio, le referí que había ido al puerto y la Coliseo ya había desaparecido, incluso, me produjo sorpresa que ya era un estacionamiento y que no había ningún vestigio de que ahí había estado la ‘Coli del Puerto’. Le comenté  que había bajado de peso,cuando él era un fisicoculturista, me refirió que había meses que no había ni una fecha para trabajar, en la charla no surgió la risa contagiosa de Juanito, a quien siempre recordaré.

La reflexión  
La impresión que tengo de los luchadores mexicanos es de introversión, de calidad, de profesionalismo total, a los cuales no les pagan lo que ellos valen, así que donde quiera que se presente Juanito Baños, ‘Lizmark Padre’, en el ‘circuito de la gloria’ le va a ir muy bien. Lo está esperando Beto González ‘El Solitario’, René Guajardo, ‘El Copetes’, los referis, ‘El Güero” Rangel, Eddy Palau, ‘El Cigarrito’, así como don Salvador Luteroth, empresario número uno de esa galaxia. ¡Buen viaje Juanito Baños!, orgullo del puerto de Acapulco. Fuiste una buena persona, me consta.