Qué gran Semifinal nos dieron el América y el Cruz Azul el pasado domingo. Un partido de Liguilla de 7 goles que fue un derroche de esfuerzo y mentalidad. Sobre todo, porque el Cruz Azul perdía en el primer tiempo 1-0 y nunca dejó de luchar. En el minuto 48 cayó el dos a cero para el América con un golazo de media cancha, al minuto 68 se anotó el primer gol del Cruz Azul, en el minuto 71 se dio el tercero del América, un momento después, a solo 3 minutos, en el minuto 79 cae el segundo del Cruz Azul, en el minuto 85 se obtiene el tercero del Cruz Azul con el empate y el pase. Un comentarista declaraba que parecía que regresaban del más allá, y en el 87, en la primera jugada después de los festejos, se marcó un penal a favor del América que definiría el triunfo de las Águilas con su pase a la Final de la Liga MX.
El término "Cruzazulear" es una acepción que se utiliza en México para describir cuando un equipo de fútbol pierde un partido que tenía prácticamente asegurado. La palabra se popularizó en 2016 tras la derrota del Cruz Azul contra el América, a pesar de que el equipo cementero iba ganando por 3 a 0. Como todos sabemos, se popularizó porque Cruz Azul, a pesar de ser un equipo exitoso, ha tenido varias ocasiones en las que ha perdido partidos importantes estando en una posición favorable para ganar. El término se utiliza a menudo de manera humorística para describir cualquier situación, no solo en el deporte, en la que alguien pierde una ventaja significativa en el último momento. Me parece que siendo justos, en esta ocasión fue totalmente lo contrario, los jugadores del Cruz Azul mostraron carácter y determinación, siempre siguieron luchando.
Creo que ambos equipos merecen, a nivel de actitud, un reconocimiento por el duelo brindado en el segundo partido de la Semifinal. Aprovecho esta situación para reflexionar sobre el anhelo de triunfo, un espíritu que jamás debemos perder, no importando el tiempo o los recursos disponibles.
Aquí algunos de los factores involucrados en los equipos que demuestran ese anhelo de triunfo.
- Motivación intrínseca: Cada jugador vive este deseo de éxito, siente esta fuerza interior que lo hace luchar y dar lo mejor, no cejando en ningún momento. Lo vimos en la determinación de remontar en todo momento por parte del Cruz Azul.
- Confianza en uno mismo: saberse capaz, crear un autoconcepto o etiqueta de que se pueden hacer las cosas y se puede vencer al oponente.
- Concentración: Sostener el foco buscando la oportunidad del gol en todo momento y no descuidar la defensa.
- Liderazgo personal: Ejercer una influencia positiva para lograr que el equipo sostenga un patrón de lucha, concentración y mística de juego.
Sin duda fue un partido histórico, felicidades a ambos equipos, especialmente al Cruz Azul que había tenido una temporada extraordinaria manteniéndose en primer lugar.
Estimados lectores y lectoras, mantengamos ese anhelo de triunfo en nuestros equipos, dialoguemos estos temas para no perder nunca el espíritu de lucha y mantengamos una actitud acorde a la búsqueda de ser campeones.
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“Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.
