La abrupta salida del DT Martín Anselmi del Cruz Azul para irse al Porto ha desatado opiniones de todo tipo, se deslindan responsabilidades en lo social, deportivo y legal. En este momento lo importante es el equipo, que enfrenta el abandono del líder. El equipo se encuentra en el fondo de la tabla de posiciones en el número 17.
Pueden ser muchas las razones por las que un líder abandona a un equipo, y le llamo abandono porque su salida es repentina e inesperada. En medio de mensajes encontrados y contradictorios el DT se va a otro equipo, dejando literalmente desamparados a sus exjugadores.
¿Cómo afecta a un equipo el abandono abrupto del liderazgo?
Las fases de adaptación a un proceso como esto son similares al proceso de evaluación de un duelo:
- Impacto inicial. Es la fase en la que se manifiesta el primer shock. No se puede creer, no se sabe si lo que se vive es real o ficticio, en algunos hay esperanza de que sea una ilusión, en otros la confusión se manifiesta en depresión o parálisis.
- Enojo y frustración. En la segunda fase se manifiesta la resistencia al cambio. Se caracteriza por enojo, coraje y resentimiento. Es la etapa de echar culpas a la directiva, a los representantes y al mismo líder por la falta de compromiso. Si se prolonga, es una etapa peligrosa porque, mientras no se supere, el nivel de juego, sin duda, será de bajo nivel.
- Aceptación. Es cuando se enfrenta la realidad tal como es. Se reconoce que duele, que afecta, que influye en el desempeño. Es cuando se inicia el proceso de recuperación. Se busca la manera de solventar el asunto y de buscar resolverlo de la mejor manera posible.
- Adaptación. Se podría decir que en esta etapa se ha podido superar el trauma del abandono. Se ha encontrado un sustituto y se está listo para enfrentar el reto con una ambición renovada.
Sus resultados en las primeras fechas no son casualidad, explican la crisis en que se encuentran. El abandono del líder genera mucha frustración, lo que está afectando directamente en el campo de juego.
Es importante dialogar el tema para procesarlo rápidamente, acomodar los sentimientos de enojo y los pensamientos negativos para generar la asimilación de la situación, poner la mejor cara y volver a competir como lo hacían antes.
A la afición se le aplica el mismo proceso, hay que salir del enojo para volver al estadio a impulsar a sus jugadores.
Deseo que Cruz Azul transite rápido por las etapas del duelo, se vuelvan a alinear, encuentren un sustituto y vuelvan al excelente camino que tenían. Tengo confianza en que los jugadores, como profesionales que son, retomen el espíritu de lucha, la alineación táctica y su ritmo de juego.
Estimados lectores y lectoras, cuando enfrentemos una crisis de abandono, platiquemos al respecto para identificar la fase en que nos encontremos y podamos solventar la solución rápidamente con una adecuación mental y emocional que nos permita enfrentar la situación con nuestra mejor actitud.
“Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.