El gran secreto de la adaptación inmediata de James Rodríguez al futbol mexicano está basada en la indicación de Eduardo Berizzo, le pide que simplemente sea James Rodríguez. El colombiano en el León juega con la misma soltura que lo hace con la selección cafetalera.
Juega detrás del centrodelantero, con total libertad de movimiento, alterna jugar entrelíneas o se acerca al círculo central para sacarle a los contenciones el balón de los pies y desde esa zona construir la ofensiva, la zona de recepción es amplia tanto por carriles centrales, como recargado hacia las bandas.
El 10 del León goza de una libertad que le genera el compromiso de darle una buena circulación al balón. Un volante con buen criterio que busca constantemente el cambio de juego para habilitar a sus compañeros por la banda, por el centro del terreno de juego no abusa de la conducción, toca y se mueve. Por eso, de 96 pases que ha intentado solo ha fallado 19, con un 80% de efectividad. De seis centros que ha mandado, cuatro han encontrado rematador. Es un abastecedor permanente para sus compañeros.
En los tres partidos que ha jugado, en los tres ha marcado diferencia. Ante Atlas le cometieron la falta dentro del área y se marcó penal, ante Juárez anotó de penal y contra Chivas dio una asistencia de gol.
En 189 minutos en la Liga MX participó en 148 jugadas, de las cuales el 70% evolucionaron de buena forma.
Alta efectividad en muy poco tiempo, un jugador que está cómodo dentro del terreno de juego.
Una de sus grandes virtudes es como de inmediato de que recibe el balón su primer movimiento es jugar hacia adelante, eso genera que la pelota circule con velocidad.
No corre la milla, pero si está en constante movimiento, en todas las acciones genera una línea de pase, por eso es muy fácil que sus compañeros puedan conectar con el ex Real Madrid.
Físicamente, se le ve en buena forma, en lo futbolístico estamos viendo una versión muy cercana a la que vive con la selección colombiana y en lo anímico se nota contento y cómodo.
Gracias Berizzo por no inventar el hilo negro, gracias por no hacer experimentos, ya que de esta forma disfrutamos de una magnífica versión de James Rodríguez.
