La gran fiesta de los Leones de Yucatán fue aplazada por una fuerte lluvia que azotó la ciudad de Mérida. Lo que apuntaba a ser una noche de fiesta para los melenudos y sus fanáticos y terminó en un caos por las inundaciones alrededor del estadio Kukulcán.
La barrida en la Serie del Rey se quedó en la espera para los felinos y tendrá que esperar un día más.
Dos horas antes del playball, el agua comenzó a hacer estragos deteniendo incluso la práctica de bateo de los campeones de Zona Sur, quienes tuvieron que refugiarse dentro del dugout. Las condiciones del campo no eran las óptimas para el juego y el mismo Horacio De la Vega tuvo que hablar con los directivos de ambos equipos en una reunión extraordinaria que determinó la suspensión del juego.
Ni siquiera fue necesario esperar las tres medidas horas que marca el reglamento para que el Juego 4 fuera pospuesto.
Ante la lluvia, la afición ni siquiera se presentó a la casa de los Leones. Fueron contados los aventurados que aparecieron en el inmueble y terminaron marchándose ante la situación que frenó el ímpetu y la emoción de barrer la Serie del Rey.
Con los encharcamientos en los jardines, los dugouts inundados y el estadio con zonas ya inaccesibles para el público por el agua, la Liga determinó que se moviera un día el compromiso. Ante la suspensión los más beneficiados son los Toros de Tijuana que aún tienen tiempo de replantear una remontada que parece de antología.