Randy Arozarena, cubano de nacimiento, pero mexicano por decisión, rompió el internet gracias a sus actuaciones en el Clásico Mundial de Beisbol, pero no siempre fue así para el pelotero de los Tampa Bay Rays.
Arozarena llegó a México desde su natal Cuba en balsa en el ya lejano 2016, en ese año Randy jugó en la Liga Mexicana de Beisbol con los Toros de Tijuana, en Mérida y con los Mayos de Navojoa en la Liga Mexicana del Pacífico.
Luego de romperla en México, Arozarena se fue a los Estados Unidos de América para jugar con los Saint Louis Cardinals, previo a llegar a los Tampa Bay Rays donde ha sido una pieza clave en la novena de la Florida.
Antes de todo esto Arozarena jugó para los Vegueros de Pinar del Rio, donde ganaba cuatro dólares al mes, muchos años antes del contrato de 4.5 millones que le ofrecieron los Rays al pelotero mexicano.
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