Con cubrebocas, gel antibacterial y sana distancia entre cada automóvil, la fiesta del Opening Day se trasladó a la Ciudad de México bajo los estándares de la nueva normalidad. Pero pese a la nueva normalidad, la paleta de colores de las gorras de cada equipo de Grandes Ligas, la tradicional comida de los parques y el ambiente típico de una festividad como es el inicio de temporada, se trasladaron a un autocine en el que las sonrisas ocultas en las mascarillas dieron un mensaje de esperanza a los aficionados.
Desde temprana hora, los autos se formaron para tomar su lugar y alinearse para presenciar el primer juego del año de los campeones Dodgers haciendo su presentación frente a los Rockes. Ver de vuelta Clayton Kershaw en el motículo y a Mookie Betts, Cody Bellinger y Cody Seager en el plato era ya razón suficiente para generar expectación, pero la misma, aumentó con una celebración digna de las circunstancias.
“Ahora toca así, en la nueva normalidad. Pero vale la pena para ver de vuelta el beisbol y sobre todo, a los Dodgers que aunque no va jugar Julio Urías que fue el héroe en la Serie Mundial y se ganó su lugar en la rotación, vale la pena ver al equipo monarca”, dijo a RÉCORD Néstor Méndez, un fanático presente en el evento organizado por MLB México.
Con usanzas típicas de un juego disputado en el parque como la Kiss Cam, dinámicas para regalar memorabilia y fomentar el amor por el beisbol entre los niños, las Grandes Ligas hicieron un guiño a sus fanáticos en territorio azteca con la promesa de volver tan pronto como la pandemia lo permita.
“Yo estaba listo para ir a los juegos de México del año pasado, pero pues la pandemia no lo permitió, por algo pasan las cosas. Yo creo que cuando vuelvan las Grandes Ligas acá lo vamos a disfrutar como nunca”, comentó José Salinas, otro asistente al evento del Opening Day en la capital del país. “El beisbol está demostrando con sus juegos ya con gente que sí se puede, solo tenemos que tener paciencia”.
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