La noche del 27 de octubre de 2020, Julio Urías se adjudicó el salvamento en el Juego 6 de la Serie Mundial ante Rays, después de que Víctor González se hiciera merecedor del triunfo y así, los dos mexicanos ayudaron a Dodgers a poner fin a una racha de 32 años sin títulos. Pero una nueva temporada está por iniciar y la encomienda es convertirse en el primer equipo desde el 2000 en repetir como campeón, reto por demás complejo al tener tan solo en la misma División Oeste de la Liga Nacional a unos monstruosos Padres.
Pero para contrarrestar el colosal crecimiento del equipo de San Diego, los angelinos supieron moverse en el mercado y contrataron a Trevor Bauer, para convertir su ya de por sí temeraria rotación en la más poderosa de Grandes Ligas, porque contener a Manny Machado y Fernando Tatis Jr. no es tarea sencilla. Mucho menos cuando el ya conocido poderío ofensivo del conjunto fraile sumó a Yu Darvish, Blake Snell y Joe Musgrove a su rotación para así hacer del equilibrio su mayor fortaleza.
Mookie Betts lidera una ofensiva que puede no ser igual a la de algunos otros equipos de Grandes Ligas, pero sigue siendo bastante peligrosa con poder, velocidad y contacto sólido en toda su alineación. Betts tiene el potencial de ganar el premio MVP, aunque esa posibilidad se redujo con el añadido de talento al montículo fraile. Pero rodeado por algunos bates potentes como el campo corto Corey Seager, el tercera base Justin Turner, el jardinero central Cody Bellinger y el primera base Max Muncy, Betts y los Dodgers no parecen tener precisamente temor ante la imponente lista de lanzadores de los Padres.
Y es ante este par de mitológicas constelaciones que el apenas tintineante brillo de los otros tres equipos del Oeste —Giants, Rockies y Diamondbacks—luce tan opaco como intrascendente, tanto que las proyecciones en las casas de apuestas ponen terceros a los D’Backs con un récord perdedor, muy alejados de las posibilidades de alcanzar los Playoffs, aunque eso sí, con tres mexicanos en sus filas como Joakim Soria, Humberto Castellanos y Miguel Ávila que darán de qué hablar en algún punto, y qué mejor que hacerlo en un duelo entre aztecas con Urías y González en un momento de la campaña.