Fernando Valenzuela: 'Cuando haces las cosas bien, el beisbol te retribuye'
La mañana del 9 de junio de 1981, un joven de cabello crespo y mejillas prominentes sonreía tímidamente mientras lidiaba con el nerviosismo de ver una fila con los más importantes políticos de Estados Unidos formados a la espera de obtener un autógrafo suyo en la Casa Blanca. Aquel chico de 19 años era Fernando Valenzuela, quien exactamente dos meses atrás (el 9 de abril) había firmado una joya de pitcheo al lanzar la ruta completa con cinco strikeouts en pleno Opening Day ante los Astros, para desatar así la fiebre bautizada como Fernandomanía.
Su potente cierre de campaña el año anterior lo hizo merecedor de toda la confianza de Tom Lasorda, quien ante la lesión del abridor Jerry Reuss empujó al mexicano hasta la cima del cuerpo de lanzadores cual toro al ruedo. Y así, frente a 50 mil 511 aficionados y con la ayuda de su prodigioso tirabuzón emanado de su impoluto brazo izquierdo, marcó un hito en el beisbol.
“Cuando alguien quiere hacer bien las cosas, el beisbol siempre retribuye. No fue fácil, estuve en México en varias ligas menores antes de venir a Dodgers. Uno busca siempre mejorar y llegó esa oportunidad en 1981, de iniciar ese año y para mí fue muy importante. Realmente si las cosas hubieran sido diferentes y no se hubiera hecho el trabajo quizás no hubiera habido oportunidades, por eso es importante ese juego para mí, tenía que hacer lo posible por la victoria y seguir en la rotación del equipo”, dijo Valenzuela en videoconferencia.
La Fernandomanía rebasó las fronteras no solo geográficas sino mentales. A tal grado que dos meses después, fue invitado de honor en el desayuno celebrado en la Casa Blanca con la presencia de los presidentes Ronald Reagan y José López Portillo, porque la pasión que desató ‘El Toro’ era capaz de crear puentes incluso en materia política. Y un legado tan vasto que a pesar de no ser parte del Salón de la Fama de Cooperstown, el número 34 de Fernando ha sido respetado con suma cautela en Los Ángeles, donde a la fecha jamás ha vuelto a ser usado.
“Realmente creo que no quedaría, no me gusta hablar de mí, de lo que se debe hacer. Muchos años han pasado ya y nadie usa el 34, entonces por ahí anda algo sonando, pero realmente lo porté como cualquier otro número. Pero me quedé con él cuando subí en el año 80 estaba en mi locker, me tocó estar con ese número pero no sabemos qué vaya a pasar”, comentó el exlanzador de ahora 60 años de edad.
Según las normas internas de la novena angelina, solo peloteros miembros del Salón de la Fama pueden ser merecedores del retiro de su número, por lo que son hasta ahora 10 retirados en los Dodgers, incluido el 2 de Lasorda, quien tuvo la visión de confiar en Valenzuela aún siendo un muchacho inexperto. “Me siento bien, a gusto. Pero si hay alguien que lo deba usar no hay ningún problema”, puntualizó Valenzuela.