Este jueves, la NBA rechazó la protesta que los Dallas Mavericks realizaron tras la derrota que sufrieron el pasado 22 de marzo ante los Golden State Warriors en un juego que se vio manchado tras una canasta polémica.
Mark Cuban, dueño de los Mavs estaba convencido de que el juego se repetiría, ya que su equipo perdió en casa por diferencia de dos puntos, mismos que los Warriors no hubieran conseguido en el tercer cuarto cuando el árbitro señaló una salida del balón en posesión de Golden State e inmediatamente cambio la seña al banco de Dallas.
Los Mavericks habían solicitado tiempo muerto, por lo que al regresar a la duela se posicionaron en el campo contrario pensando que el balón les pertenecía, sin embargo, la posesión fue para la visita. Kevon Looney, sin ningún defensor cerca, procedió a encestar el doble más sencillo de su carrera.
Sin embargo, el extraño incidente ocurrió con todo un cuarto restante y par de minutos del tercero en juego. En ese lapso, los Mavericks se pusieron a la delantera en dos ocasiones, por lo que la NBA rechazó la protesta.
“El incidente ocurrió cuando faltaban casi 14 minutos para el final del partido y, a partir de entonces, Dallas tomó la delantera dos veces en los últimos cuatro minutos”, dijo la NBA en su comunicado. “Bajo estas circunstancias, Dallas no pudo demostrar, como lo requiere el estándar para las protestas en los juegos de la NBA, que se vio privado de una oportunidad justa de ganar el juego, y la protesta fracasó solo por eso”, argumentó.
Ahora, los Mavericks tienen que conseguir si o si una victoria en sus dos partidos restantes ante los Chicago Bulls y San Antonio Spurs y que Oklahoma City Thunder pierda para conseguir el último boleto a los play in de la Conferencia Oeste.
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