Al pie de la Pirámide de la Luna y a un costado de la Pirámide del Sol, en la zona arqueológica de Teotihuacán, se encendió el Fuego Nuevo para los Juegos Panamericanos de Lima, que se celebrarán del 26 de julio al 11 de agosto.
Este ritual que realizaban los mexicas representa la renovación de la alianza entre el hombre y los Dioses. La búsqueda del equilibrio y orden del universo.
“Estamos uniendo por primera vez dos culturas milenarias de nuestras Américas. Son dos de las cuatro culturas milenarias que existen en el mundo y las estamos uniendo con una llama que se va a encender en Teotihuacán con más de 2 mil años de existencia al pie de la Pirámide de la Luna y vista por la Pirámide del Sol. Esta llama que hoy se enciende, aparecerá en Machu Picchu por la puerta del sol de estas ruinas que fueron el último refugio Inca y que no fueron descubiertas hasta recién en 1900 por un explorador americano Hiram Bingham.
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“Esta llama será recibida por un chasqui. Los chasquis en la época Inca eran los relevistas que existían, ellos llevaban el pescado desde la costa hasta la Ciudad de Cusco donde el Inca podía comer pescado fresco y era toda una red de comunicaciones que existía en todo el imperio Inca que fue la cultura final, como lo fueron los aztecas”, mencionó Carlos Neuhaus, presidente del Comité Organizador de los Juegos.
La antorcha panamericana partirá esta tarde a Perú donde recorrerá 23 ciudades hasta llegar al Estadio Nacional donde iniciará la justa continental que congregará alrededor de 6 mil 700 deportistas, que participarán en 39 deportes y 61 disciplinas, de las cuales 22 son clasificatorias para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Se esperan 150 mil turistas durante la celebración de los Juegos Pana y Parapanamericanos, además de una audiencia de 400 millones de espectadores en el mundo.
