Gabriela Agúndez firmó una excelsa actuación en Tokio 2020 desde la plataforma de 10 metros pero no le alcanzó para hacerse de la medalla de bronce, firmando el séptimo cuarto lugar mexicano en estos Juegos Olímpicos.
Sin embargo, para la clavadista de La Paz, Baja California, esta posición es digna de reconocerse, pues premia igualmente el trabajo de años de los deportistas mexicanos.
"Detrás de los cuartos lugares hay mucho trabajo, mucho esfuerzo, mucho tiempo de entrenamiento. También vale, también tiene su mérito. Fue un cuarto lugar pero di mi todo, estuve peleando hasta el final", indicó Agúndez al termino de la prueba.
"Un cuarto lugar no es malo. Yo no me conformo. Quiero estar en los próximos Juegos Olímpicos buscando una medalla. Decirles a los mexicanos que valoren nuestro trabajo y que crean en nosotros, en que los mexicanos también podemos hacer las cosas bien y tenemos el potencial".
Respecto a la sobresaliente actuación de la joven china de 14 años Quan Hongchan, quien se llevara la medalla de oro tras tres clavados con calificación perfecta, Gabriela la toma como un ejemplo a seguir y como estandarte de motivación para competirle en cualquier justa en un futuro.
"Hubo calificaciones perfectas, eso asombra y motiva más allá de meter presión. Yo decía 'wow, esto son los Juegos Olímpicos, estos son los clavados'. Si ellas pueden hacer 10 perfectos ¿por qué nosotros no? Vamos a trabajar. Todo es a base de trabajo. Sí se puede lograr.
"Se le admira, sus calvados, sus ejecuciones, su trabajo. Motiva pero también dices 'yo quiero estar ahí, compitiendo contra ti, dándote pelea'", reconoció Agúndez.