Super Bowl XXXVI: El día que los Pats iniciaron su dinastía contra Rams
El próximo 3 de febrero en el Mercedez Benz Stadium de Atlanta se enfrentarán Rams y Patriots por el Super Bowl LIII, lo que inevitablemente nos trae a la memoria el encuentro previo entre estas dos franquicias en un Súper Tazón.
En el Super Bowl XXXVI, New England, y en aquel entonces St. Louis, llegaban al gran duelo de la NFL simulando un 'David vs Goliat', pues los Carneros eran amplios favoritos sobre el conjunto de Bill Belichick.
El futbol espectacular y agresivo del equipo liderado por Kurt Warner maravillaba a todos y les había servido para llegar a esta instancia con sólo dos derrotas. Un par de años antes ya se habían impuesto a los Titans para alzar su primer Vince Lombardi. Por su parte, los Pats, sin trofeos en sus vitrinas, habían tenido una buena campaña, pero no contaban con el brillo ni la experiencia de su rival. En los controles tenían a un jovencito llamado Tom Brady, que apenas había asumido la titularidad de su equipo unos meses antes tras la lesión de Drew Bledsoe.
La batalla comenzó con los todopoderosos Rams maniatados por la defensa patriota, al grado que sólo pudieron hacer bueno un gol de campo en el primer cuarto para tomar ventaja de 3-0.
Con el segundo capítulo llegaron los errores. Warner falló un pase y Ty Law aprovechó para interceptar y correr 47 yardas hasta las diagonales. New England ya había remontado.
Unos segundos antes del descanso, Brady dio un aviso de lo que estaba por venir en la NFL con un espectacular pase de touchdown a David Patten. Vinatieri aumentó la ventaja con tres unidades más tras el impresionante show de U2 en el medio tiempo, y para sorpresa de todos, la escuadra de St. Louis no había visitado la zona de anotación en tres cuartos de partido.
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Con el tiempo en contra y 15 minutos restantes en el reloj, la presión llegó a los favoritos, pues estaban abajo por dos anotaciones. De pronto, la ofensiva comenzó a carburar y la sequía terminó con un acarreo de su mariscal de campo, que acercó a los suyos en el marcador y calmó las aguas.
Tras ser frenado prácticamente todo el duelo, el talantoso quarterback de los Rams llegó a la pausa de los dos minutos con una última oportunidad para empatar el juego, y en esta ocasión no tardó mucho en conseguirlo.
Warner conectó un pase de 26 yardas con Ricky Proehl y el anhelado TD llegó. Las cosas estaban igualadas de nuevo y el mundo vaticinaba el primer tiempo extra en la historia del juego por el título de la NFL.
Pero todos olvidaban un pequeño detalle. St. Louis dejó minuto y medio en el reloj a los Patriots de Brady, una lección que varios años después la NFL entendió como mortal.
Impulsados por su naciente estrella con el número 12 en los dorsales, los Pats iniciaron en la yarda 17 de su campo y ocho jugadas después dejaron su destino en la pierna de Adam Vinatieri.
En una trayectoria casi perfecta, el ovoide voló 48 yardas por el aire, un talentoso pateador se convirtió en leyenda, y a partir de ese día, el mundo de la NFL se transformó. Los Patriots de Brady y Belichick comenzarían un largo viaje lleno de títulos y gloria. Casi dos décadas más tarde, la dinastía más increíble de la historia sigue en pie.