Derrick Henry acarreó el balón por el costado izquierdo y con su brazo derecho empujó a Josh Norman, quien cayó calamitosamente apenas en el segundo cuarto. Una escena que fue la epítome de un partido dominado por unos Titans comandados por ‘El Tractorcito’ y Ryan Tannehill, quien lanzó tres pases de touchdown y corrió para otro más, para así aplastar a los Bills con todo y el enrachado Josh Allen.
Tennessee se impuso por 16-42 a Buffalo en el que fue su primer partido desde el 27 de septiembre tras los casos positivos por coronavirus que pararon su temporada. Dicho brote dentro del equipo provocó que el de este martes fuera apenas el segundo juego en la era del Super Bowl disputado en martes, casi 10 años después de que Eagles y Vikings tuvieron que posponer su encuentro para el tercer día de la semana debido a una tormenta en la temporada 2010.
Los Bills perdieron el invicto y se quedaron con las ganas de igualar su mejor comienzo desde que el equipo se unió a la NFL en 1970, toda vez que en 1980 y 1991 arrancó con marca de 5-0. Pero los Titans limitaron a solo 25 yardas en 11 acarreos a Devin Singletary y le propinó dos intercepciones a Allen, quien lanzó para 263 yardas y dos touchdowns, para quedarse a uno solo de superar los 14 de Jim Kelly, conseguidos en 1991, la mayor cantidad de pases anotación en los primeros cinco juegos en la historia de Buffalo.
Henry acarreó el ovoide para 57 yardas y anotó en dos ocasiones, una de ellas desde la yarda uno para alcanzar la cifra de 17 touchdowns en ese punto desde 2017, máxima cantidad en toda la NFL en ese lapso. Mientras tanto, Tannehill lanzó para 195 yardas, tres touchdowns por pase y uno más por la vía terrestre.
Con el triunfo, los Titans, que tuvieron entrenamientos limitados y diversas bajas por los casos de Covid-19, mantuvieron el invicto y extendieron su asombrosa marca a 4-0 por primera vez desde 2008, y por primera vez desde 2003 vencieron a un rival con marca invicta. Una auténtica proeza en un atípico día de NFL de martes por la noche.