La llegada de Brayan Angulo al cuadro cementero ha provocado que por primera vez desde el Apertura 2017, el cuadro de La Noria tenga 11 jugadores no formados en México, algo que habían logrado controlar en los tres torneos anteriores a éste, en los que se mantuvieron en el límite de nueve, los permitidos por el reglamento en cada convocatoria.
Los Cementeros aún tienen la posibilidad de negociar jugadores, pues el mercado internacional se cierra el próximo 2 de septiembre y podrían llegar las bajas de Martín Cauteruccio y Stephen Eustaquio, pero de no suceder, Pedro Caixinha tendrá un dilema, pues se verá obligado a mandar a dos 'no formados', a la tribuna.
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El aumento de jugadores que no se forjaron futbolísticamente en nuestro país también se refleja en la disminución oportunidades para jugadores mexicanos, incluso, en este torneo los cementeros han frenado, al menos de inicio, la inercia que consiguieron durante el último año futbolístico, en el que predominaban los nacionales.
Durante el Apertura 2018 y Clausura 2019, Caixinha ponderó la participación del jugador mexicano en sus alineaciones iniciales al menos en las primeras tres jornadas de los torneos antes mencionados, promediando alrededor de siete nacionales en el cuadro estelar, algo que para el Apertura 2019 se ha ido diluyendo.
Los números de lo que va del campeonato reflejan la actualidad de La Máquina, pues los jugadores no formados en México disputan el 61 por ciento de los minutos totales, colocando al equipo entre los que más tiempo tienen en cancha a jugadores foráneos, después de Tijuana, América y Monterrey.
Una de las víctimas del drástico cambio celeste es Rafael Baca, quien no ha disputado ni un minuto, pues en su posición los titulares son el chileno Igor Lichnovsky y el peruano Yoshimar Yotún, caso similar al de José Madueña, quien es el recambio del paraguayo Juan Escobar en la lateral derecha.
