Varios extranjeros dejaron un legado en el balompié mexicano y ahora desean ver crecer a sus hijos, que podrían llegar a la Selección Mexicana. Sobresalen los casos de Christian Giménez, Sebastián Abreu, Antonio Mohamed y Miguel Calero.
Santiago Giménez ya llamó la atención en la Sub 20 del Cruz Azul. En el Apertura 2019, ha marcado cuatro veces en cinco partidos disputados, por lo que en las próximas semanas podría debutar en la Liga MX bajo las órdenes de Pedro Caixinha.
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El joven mexicano tiene una competencia interna bastante complicada, puesto que pelea por un lugar en el primer equipo contra el argentino Milton Caraglio, el ecuatoriano Bryan Angulo y los uruguayos Jonathan Rodríguez y Martín Cauteruccio.
Diego Abreu tiene 15 años de edad y actualmente juega en las inferiores del Defensor Sporting, pero recientemente fue convocado a la Selección Mexicana Sub 16 para participar en la Open Nordic Tournament Cup que se realizó en Dinamarca.
Shayr Mohamed estuvo en las fuerzas básicas del Monterrey durante el Apertura 2015, pero posteriormente pasó a la séptima categoría del Huracán y ahora está en la Sub 20 del Atlético de San Luis.
Juan José Calero se formó en el Pachuca y debutó el 14 de noviembre del 2015, pero en 2018 se fue en condición de préstamo al León y actualmente juega en la Liga de Ascenso MX con los Mineros de Zacatecas.
En 2015, representó a Colombia en el Campeonato Sudamericano Sub 17, pero todavía puede jugar con México.
Otros jugadores que podrían llegar al Tricolor son los hijos de Walter Erviti, Pablo Galdames, Roberto Palacios, Ángel Morales, Pablo Lavallén, Darío Franco, François Omam-Biyik y Pablo Hernán Gómez.
