Los Tiburones Rojos están con vida artificial en la Liga MX. Los escualos tienen el agua hasta el cuello y ya ni sus branqueas les sirven para respirar. La única esperanza para que los del Puerto no se hundan es un milagro que parece imposible hasta para el mismo Poseidón.
Tras el empate de este viernes entre Lobos BUAP y Morelia, el Veracruz está obligado a ganar todos sus partidos para tener una mínimia posibilidad de no quedar en último lugar de la tabla porcentual.
Pero no sólo eso, sino que los de Robert Dante Siboldi también necesitan, además de cerrar el torneo con paso perfecto, que Lobos no sume una sola unidad más en todo lo que resta del Clausura 2019.
Los jarochos están más que condenados, sólo las matemáticas les dan vida; sin embargo, la realidad es tremendamente desalentadora para el Tibu. Veracruz no sólo no ha ganado en lo que va del torneo, sino que esta Fecha 11 visita al León, que es líder del certamen, así que los escualos pueden descender deportivamente esta misma jornada, cosa que sería histórica ya que el equipo de Fidel Kuri impondría el récord del descenso más precoz en la historia de los torneos cortos.
Aunque claro, en nuestra particular Liga MX, los veracruzanos podrían permanecer en la máxima categoría de nuestro futbol pagando 120 millones de pesos.